Pecados mortales, pecados veniales
En aquellos tiempos, la Iglesia estaba todavía lejos de dar el giro aperturista que supuso el Concilio Vaticano II.
Entonces, los sacerdotes decían la misa en latín y de cara al altar, dando la espalda a los feligreses.
Las mujeres llevaban velo o mantilla dentro de las iglesias y los hombres, que solían usar sombrero en la calle, se lo quitaban al entrar en el templo como señal de respeto.
Los sacerdotes predicaban sus homilías desde los púlpitos, que todavía no contaban, como hoy, de micrófono, lo que les obligaba a alzar bastante la voz para hablar del infierno y del pecado mortal, que casi siempre giraba en torno a los «actos y pensamientos impuros», que tanto sufrimiento y aprensión infundía en algunos.
Aunque también en las casas los papás podían advertir a los pequeños enrabietados que tenían que portarse bien si no querían ir a parar en las calderas de Pedro Botero...
Artículo recomendado
Buscador gratuito de residencias
Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...
Comentarios