Las 5 leyendas urbanas más famosas de los años 70

Las leyendas urbanas son relatos ficticios del folclore popular, que, pese a contener elementos sobrenaturales o inverosímiles, son presentados como hechos reales comprobados o sucedidos en la realidad. En la década de los 70 en España, ya sea por los acontecimientos sociales que se vivían, por vivencias que creían haber vivido algunas personas o por creencias populares, surgieron multitud de estas leyendas urbanas que coaccionaron y asustaron a muchos de nosotros en nuestra infancia. En este Queridos Recuerdos viajamos al pasado para recordar algunas de las leyendas urbanas más famosas de los años 70.

Los caramelos de los extraños

Fue la leyenda urbana preferida de muchas madres, y es que seguro que todos los aquí presentes hemos escuchado alguna vez la famosa frase de "Si alguien te ofrece un caramelo por la calle o a la puerta del colegio, no lo cojas, tienen droga". Esta famosa leyenda urbana se originó en los 70, cuando los estragos que dejaba la droga comenzaron a hacerse visibles en las calles españolas, ejemplificando el miedo de muchas madres a que sus hijos pudieran entrar en esos mundos. Lo cierto es que los vendedores de droga de la época preferían vender directamente su mercancía a ponerse a regalarla por la calle, pero era la forma que tenían nuestras madres de decirnos que no nos fiásemos de extraños que nos ofrecieran regalos. Esta leyenda urbana se ha extendido en el tiempo e incluso ha variado de protagonista, pasando de los caramelos a las calcomanías, las cuales se decía que estaban impregnadas de LSD para enganchar a los niños desde pequeños.

El cuerpo de Walt Disney

Otra de las leyendas urbanas más famosas tiene que ver con Walt Disney, y es que quién no ha escuchado alguna vez en su infancia que el cuerpo de Walt Disney está "criogenizado". Esta famosa historia surgió a raíz de la muerte de Walt Disney el 15 de diciembre de 1966, comenzándose a extender la creencia de que, antes de morir de cáncer de pulmón, había pedido que congelasen su cuerpo y lo metieran en un cilindro de metal, a la espera de tiempos futuros en los que se fuese capaz de curar la enfermedad. Por supuesto, esta historia no deja de ser una leyenda urbana, ya que verdaderamente falleció y, por supuesto, no se congeló su cuerpo, sino que fue incinerado, estando la vasija con sus cenizas enterrada a los pies de una escultura en su honor en un jardín privado de Forest Lawn Memorial Park de Los Ángeles.

La Coca Cola y... Todo

El ser la bebida más famosa del mundo no salvó a la Coca Cola de que se desarrollarán multitud de leyendas urbanas en torno a su figura. Algunas de las más famosas es que estaba hecha de cocaína, cosa que no es del todo mentira o, mejor dicho, no era del todo mentira, ya que en sus orígenes llevaba una pequeña cantidad de hoja de coca, o que una lata era capaz de disolver carne, lo que la hacía perjudicial para el estómago. Sin embargo, la mejor de todas fue el clásico de que no se podía mezclar Coca Cola con Aspirina, extendido por muchas madres y abuelas de la época, que decían que daba lugar a una sustancia prohibida con efectos muy adversos. Algunas señalaban que la mezcla de ambos productos daba lugar a una droga, otras a una bebida con propiedades afrodisíacas a las que las chicas no se podían resistir e incluso estaban las que aseguraban que podías morir.

El tabaco mentolado y la impotencia

Eran los años 70 y, a ciertas edades, los chicos más duros y populares del instituto empezaban a fumar y no precisamente porque les gustara su sabor, así que no es de extrañar que automáticamente se pasaran al tabaco mentolado. Pronto comenzó a extenderse la creencia de que el tabaco mentolado de una de las marcas de cigarrillos más famosas de España, Fortuna, provocaba impotencia, hecho que llevó a este tipo de tabaco a ser denostado por muchos sectores masculinos de la sociedad española. Lo mejor de todo es que, al contrario de otras muchas leyendas urbanas, este rumor no era del todo falso, solo que la impotencia no es solo un efecto secundario de fumar tabaco mentolado, sino de fumar tabaco en general.

La chica de la curva

Aún recuerdo las noches de verano con amigos, en las que alguien contaba la escalofriante historia de esta chica. La historia cuenta que un hombre conducía de noche por una carretera poco iluminada, cuando a lo lejos encontraba a una chica pálida a un lado de la carretera, vestida totalmente de blanco. El hombre se acercaba a ella, se paraba y le preguntaba si la llevaba a algún sitio, a lo que la chica se subía y continuaban el trayecto. Poco tiempo después con una mirada triste, casi llorosa, la chica señalaba un punto y le decía al hombre "cuidado con esa curva", el hombre preguntaba el porqué, a lo que la chica respondía "porque en esa curva me maté yo". Cuando el hombre volvía a mirarla, asustado, la chica había desaparecido. Dan escalofríos solo de recordar la historia, suerte que es solo una leyenda urbana... ¿O no?...

Javier del Valle Amaya