El fenómeno de El Caso

En 1952 apareció el primer número de El Caso, un semanario especializado en información de sucesos. Esta publicación resultó todo un fenómeno, ya que nadie confesaba comprarla y era muy denostada en público, pero lo cierto es que constituía un éxito de ventas.

Estaba en boca de todos, incluso de quienes no la conocían de primera mano. Cuando se sabía algún hecho truculento, se decía «parece salido de El Caso», o algo así.

Este semanario eludía la censura, contraria a que se publicaran reseñas sobre crímenes y otros delitos, de alguna manera servía para contar cómo era la España real, frente a la que pretendía el régimen.

En él trabajaron como periodistas Enrique Rubio, Mariano R. Boix o Margarita Landi, quien aparte de su nombre se inventó una imagen detectivesca inconfundible: rubia, fumando en pipa y con una pistola en la mano. 

En 1958 se vendieron casi medio millón de ejemplares de la revista por el eco que tuvo el «caso Jarabo», que tenía todos los ingredientes de una novela negra de éxito. En efecto, que un joven madrileño de buena familia matara a cuatro personas y, se rumoreaba, le hallaran posteriormente, en su detención, bajo los efectos de la droga, subyugó tanto como horrorizó al público lector.