Libros ilustrados Bruguera

¡Qué fantástica era aquella colección de libros ilustrados de la editorial Bruguera que leíamos de pequeños! No solo contribuía, y de qué manera, a que nos engancháramos al sano hábito de la lectura, sino que también nos ayudaba a conocer historias y personajes de los que nunca antes habíamos oído hablar.

Los relatos que descubríamos en aquellos libros nos sumergían, poco a poco, en mundos apasionantes, en los que podíamos vivir aventuras extraordinarias y sentirnos, por unos instantes, héroes legendarios, piratas, jefes de una tribu india, intrépidos vaqueros, correos del zar o valientes expedicionarios en tierras africanas.

Entre los muchos títulos que leí entonces, algunos de los cuales todavía conservo con mucho cuidado y cariño en la estantería del salón, nunca olvidaré joyas de la literatura clásica como "Miguel Strogoff", de Julio Verne, "Ivanhoe", de Walter Scott, "Buffalo Bill", de W. O'Connor, "Quo Vadis?", de ?Henryk Sienkiewicz, o "Lawrence de Arabia", de Elliot Doodley, por citar solo unos pocos. ¡Ah, bueno!, y que no se me olvide: hasta "Joselito en el Oeste", de Joseph Lacier, que joya de la literatura no era, ciertamente, pero que me pareció lo más, quizá porque nunca imaginé a mi ídolo cinematográfico cabalgando por el "salvaje Oeste".

Pues todos aquellos libros, sin duda, formaron parte de la vida de muchos niños y adolescentes de aquel tiempo en el que estábamos ansiosos por saber, descubrir y vivir emociones fuertes.