La tormenta musical de Los Relámpagos

Siguiendo la estela que habían dejado legendarios grupos españoles de rock instrumental como Los Estudiantes y Los Sonor, a comienzos de los años 60 nacieron Los Relámpagos, un grupo que, como su propio nombre nos hacía prever, estallaron con estruendo en aquella época de incesante y fructífera búsqueda de nuevos sonidos.

Y la verdad es que Los Relámpagos sonaban francamente bien y hasta lograron marcar su propio estilo, especialmente cuando se pusieron manos a la obra y comenzaron a versionar con ritmos modernos melodías de grandes compositores clásicos, como Turina, Granados y Albéniz, entre otros muchos. Recuerdo, por ejemplo, con buen sabor de boca y mejor disposición de oído su aplaudida versión de temas como "La danza del fuego", "Dos cruces", "Recuerdos de La Alhambra", "El niños judío", "La leyenda de beso" o "Alborada gallega", ese tema tradicional que tan popular se hizo.

No creo que Los Relámpagos marcaran una época, condicionados tal vez por su propio estilo de música, ni que muchos los sitúen a la cabeza de sus preferencias musicales de aquellos años, pero hay que reconocer el esfuerzo y la buena voluntad que tuvieron por hacer algo diferente, de lo que había algunos antecedente, pero no tan marcados como los que ellos consiguieron hacer.

Bueno, y éxito popular tampoco les faltó; de hecho, hasta 1972, fecha en la que decidieron poner fin a su provechosa aventura musical, no pararon de sacar discos, de popularizar canciones y de aparecer cada dos por tres en diferentes programas de TVE, que para eso esa la única que teníamos a disposición de la música española.

Feliz recuerdo, pues, para Los Relámpagos y para la tormenta musical que provocaron allá por 1962, cuando, sin apenas avisar, se colaron en nuestras vidas de jóvenes ávidos de experiencias nuevas.