QUERIDOS RECUERDOS
«Ama Rosa», la radionovela
Aunque parecía que lentamente empezábamos a salir de la posguerra, lo cierto es que el corazón de los españoles seguía destilando sentimentalismo a borbotones y unas ganas terribles de vivir emociones a flor de piel. Quizá por ello continuaban gustando, y mucho, todas aquellas historias que tenían un acentuado tinte melodramático, fuera cual fuese la forma en la que se contasen: en película, en novela o en serial radiofónico, de tal suerte que cuanto más lacrimógenas fueran, más éxito tenían.
Se explica así el arrollador éxito que tuvo, por ejemplo, «Ama Rosa», aquella radionovela que empezó a emitirse en 1959 a través de las distintas emisoras de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER), y que, durante muchos años, logró que cada tarde miles de españoles estuvieran pegados al transistor, generalmente llorando a moco tendido.
Escrito por Guillermo Sautier Casaseca, que también dirigía el serial, en colaboración con Rafael Barón, el argumento de este intenso «folletín», como se decía entonces, desde luego no tenía desperdicio. Narraba nada menos que la historia de Rosa Alcázar, una pobre y abnegada viuda que, cuando cree que la muerte llama a su puerta, decide dar en adopción a su hijo recién nacido a la acaudalada familia De la Riva que, cosas del destino, acaba de perder a su bebé. El secreto de la adopción solo lo conocen la propia Rosa, el médico y el padre adoptivo, el señor Riva, que no quiere que su esposa se entere de la pérdida de su hijo... Y ojo porque la cosa no termina aquí... Milagrosamente, Rosa no muere y, a cambio de mantener el secreto de la adopción, consigue que la contraten al servicio de la familia De la Riva como ama de cría, lo que le permitirá estar al lado de su hijo y verlo crecer. Como es fácil imaginar, su estancia en aquella casa será un verdadero infierno, teniendo que sufrir humillaciones por toda la familia, incluyendo la de su propio hijo, que, a medida que va creciendo, se va convirtiendo en un joven rico y malvado.
¡Será posible, y que una madre tenga que aguantar tantas vejaciones y desprecios! ... Y no sé si voy a poder seguir escribiendo, porque me está entrando una congoja de aquí te espero. Ahora entiendo por qué mi abuela no tenía consuelo cuando escuchaba el serial todas las tardes, y lo que lloró el último día de emisión, cuando el hijo descubra que Ama Rosa, ya en su lecho de muerte, es su verdadera su madre. ¡Dios mío, qué sufrimiento más grande!
A Ama Rosa, por cierto, le puso voz y corazón la estupenda Juana Ginzo, que encabezaba el extraordinario electo de la compañía de actores de Radio Madrid, que tantas alegrías, emociones y tristezas nos dio entonces. El serial tuvo un éxito tan fulgurante, que el mismo año que empezó a emitirse, en 1959, Ediciones Cid publicó una versión novelada de la que se vendieron más cien mil ejemplares. Además, se hizo una adaptación teatral y una película, dirigida por León Klimovsky y protagonizada por Imperio Argentina, que se estrenó en los cines Rialto y Paz de Madrid el 17 de abril de 1960.
José Molina
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Juan José Ríos
Efectivamente era así. Mi madre la oía y en ese rato de emisión no se podía ni respirar para que no perdiese ningún diálogo. A veces pasaban vecinas para oírla juntas y lloraban y lloraban. Yo era jovencito y no entendía muy bien lo de tanto llorar, luego con los años lo he entendido.22 noviembre 2017 08:35
Aún recuerdo un serial más antiguo, sería de los primeros años 50 y se llamaba "Lo que nunca muere" con Matilde Conesa y Pedro Pablo Ayuso también en la SER.
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