'Historia de la frivolidad'
El 9 de febrero de 1967 se estrenó en TVE un programa especial con aspiraciones a película titulado "Historia de la frivolidad", dirigido por el siempre sorprendente y original Narciso Ibáñez Serrador, que ya nos había seducido antes con formidables series televisivas como "Mañana puede ser verdad" e "Historias para no dormir", a las que también habría que darles de comer aparte.
En esta ocasión, la intención de Chicho, como familiarmente pronto empezamos a conocerlo, no era la de quitarnos el sueño, sino la de hacernos pasar un rato realmente divertido con situaciones que rozaban el disparate y, por supuesto, la parodia, y que ahora dudo de si ciertamente todo el mundo supo entenderlas con meridiana claridad, habida cuenta de los tiempos a los que nos estamos remontando.
La película en cuestión, como bien puede leerse en FilmAffnity, y por ende en Wikipedia, "narra, en forma de sketches humorísticos, la historia del erotismo y los esfuerzos denodados para ocultar los encantos del cuerpo humano, desde Adán y Eva hasta el siglo XX, con la narración de La Conferenciante (interpretada por Irene Gutiérrez Caba) como hilo conductor. Se muestra así que fueron las integrantes de la Liga Femenina contra la Frivolidad las que incorporaron la hoja de parra al desnudo atuendo del primer hombre y la primera mujer. Se presencia el primer strip-tease, el de Salomé, viciosa costumbre que continuó en la Edad Media. Según avanza la historia, se puede contemplar el descubrimiento de las Indias desde una nueva perspectiva o los problemas causados por la prohibición de Isabel I de Inglaterra de que las mujeres pisaran los escenarios, con una Julieta interpretada por José Luis Coll (con Jaime Blanch como Romeo). La evolución posterior no fue mucho más favorable, a juicio de las puritanas, con la belle-époque y la llegada del cine. La esperanza queda en manos de un futuro donde la carne sea sustituida por la hojalata de los robots".
¿Qué, ha quedado claro? ¿Cómo que no? Pues a volver a ver "Historia de la frivolidad", que seguro que se aclara todo lo dicho hasta ahora. Claro, desde luego, debieron tenerlos los jurados que entonces la valoraron y que hicieron que pronto se convirtiera en el programa más premiado de la historia de TVE. En concreto, esta deliciosa frivolidad de Chicho Ibáñez Serrador ganó la Ninfa de Oro en el Festival de Televisión de Montercarlo, uno de los más prestigiosos del mundo en su género, la Rosa de Oro y primer Premio de la Prensa del Festival de Montreux, otro ilustre certamen televisivo, y la Targa d´Argento del festival de Milán, que no se quedaba atrás.
Suculento botín, desde luego, para una película que no tenía desperdicio y que, con sutil ironía, nos descubría los entresijos de nuestro país en materia de decencia, compostura y hábitos de censura.
[José Molina]
Artículo recomendado
Buscador gratuito de residencias
Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...
Categorías
Relacionados
-
La publicidad televisiva en los 60’
La década de los 60 es conocida como la época dorada de la publicidad, pero se compraba más bien poco...
-
La televisión que quería ser de color
Cuando llegó la televisión a España allá por el 1956 pocas familias podían permitírsela y las que tenían...
-
La familia Telerín
Rondaba el año 1964, y un buen día a las 20:30 de la noche apareció una familia de dibujos animados en la televisión que cantaba y bailaba...
Comentarios