La locura del zoom

Hay que ver, con lo tranquilos que estábamos viendo los programas musicales (también conocidos entonces como «de variedades») que TVE emitía allá por los años 60, como «Escala en Hi-Fi», «Gran Parada», «Carrusel», «Galas del sábado»... y tantos otros, y de pronto, como el que no quiere la cosa, en 1969 va y aterriza en nuestro país un realizador rumano que atendía al nombre de Valerio Lazarov. «¿Rumano?», se preguntaban muchos. Pues sí, rumano, ¡y menudo rumano!, porque casi de la noche a la mañana puso la TV patas arriba, primero con un programa musical titulado «El irreal Madrid» (1969), tan sorprendente como exitoso, que incluso ganó la Ninfa de Oro en el Festival de Televisión de Montecarlo, algo con lo que nunca hubiéramos soñado.

Aquel primer programa de Lazarov ya adelantaba lo que se nos venía encima, sobre todo a lo largo de los años 70, con otros programas musicales como «La última moda» (1969), «Especial Pop» (1969-1970), «Pasaporte a Dublín» (1970) y, cómo no, «Señoras y señores» (1973-1976), que fue la culminación de aquel nuevo estilo de hacer televisión que trajo Lazarov que, la verdad sea dicha, nos costó un poco asimilar. Y es que cómo no íbamos a quedarnos con la boca abierta cuando descubrimos que había algo muy moderno llamado «zoom» que conseguía que la cámara se acercara y alejara continuamente de todo aquello que enfocaba, lo que a veces nos daba la impresión de que estuviéramos sufriendo un proceso alucinógeno de dimensiones desconocidas.

Si además se añadían decorados vanguardistas y hasta un grupo de bailarines (también conocido como «Ballet Zoom») que se movían como poseídos por el diablo, pues cómo íbamos a sentirnos cada vez que veíamos un programa realizado por Lazarov. Por suerte, el impacto inicial terminó por pacificarse y, finalmente, disfrutamos de lo lindo con esta nueva forma de hacer TV que nos trajo este genial rumano que, desde luego, era un adelantado a su tiempo y, sobre todo, un verdadero «revolucionario televisivo».

José Molina