El truco de la abuela para eliminar el olor a tabaco en casa

Ni siquiera a los propios fumadores les gusta el olor de tabaco en casa. Pero, en ocasiones, una visita rompe la regla de «prohibido fumar» o de fumar solo en la ventana y deja ese olor tan desagradable en una o mas estancias. A partir de ahora, deja de lamentarte y lleva a cabo estos sencillísimos trucos de la abuela:

Cómo quitar el olor a tabaco de en casa de personas fumadoras

Lo primero que has de hacer para devolver a tu hogar un aroma neutro o más natural es limpiar a fondo todos aquellos elementos que han absorbido el olor a tabaco. Y es que, las tapicerías de los sillones, las cortinas y otros textiles que haya en el hogar se impregnan fácilmente del olor a tabaco, de igual manera que lo hace la ropa de la persona que fuma.

Por lo tanto, si has dedicido dejar de fumar o no quieres volver a fumar en casa pero deseas que huela a limpio, además de limpiar como lo haces habitualmente los muebles, suelo y enseres, debes:

- Desenfundar los sillones y lavar según indique el fabricante. Si no puedes desenfundar, utiliza un producto para limpiar tapicerías.

- Limpiar asimismo la tapicería de las sillas.

- Descolgar las cortinas para poder lavarlas.

- No olvides limpiar las alfombras o moquetas.

- También conviene limpiar paredes y techos pues el humo del tabaco puede impregnarse en estas zonas. Utiliza una solución con bicarbonato y vinagre para que pueda neutralizar bien los olores. 

- Es importante ventilar bien si alguien está fumando y crear una ventilación cruzada para que el ambiente se despeje de malos olores.

- Si todavía sientes un ligero olor a nicotina en el apartamento o en habitaciones individuales, puedes neutralizarlo con con fragancias ambientales. Los aerosoles para habitaciones y las velas perfumadas son particularmente útiles.

Más trucos de la abuela para eliminar el olor a tabaco puntual

Basta con empapar una esponja en agua, ponerla en un recipiente de plástico y colocarlo en la estancia de la casa donde huele a tabaco. Pasada la noche, comprobarás que el olor ha desaparecido como por arte de magia.

Hieve una olla de agua y luego vierte vinagre (el zumo de limón también funciona) en la olla. A continuación, puedes dejarlo en la habitación durante varios días.

En definitiva, el olor a humo de tabaco suele ser muy persistente y difícil de eliminar de las habitaciones u objetos, por lo que conviene que no se asienten demasiado. Y, si lo han hecho, recuerda limpiar paredes, techos, textiles y alfombras para eliminarlo. Además puedes colocar recipientes con fragancias esenciales o naturales como vinagre o limón.