¿Puedo entrar con comida al cine?

Quieres aprovechar tu tiempo de ocio con tu familia y un fin de semana te acercas hasta unos cines. Seguro que hace tiempo que no vas y seguro que te sorprenden unas cuantas cosas. Ir al cine ya no es lo que era y mucho menos si vas con niños o con un grupo de amigos. Además del precio desorbitado de las entradas, adquirir palomitas, chuches y algún refresco te supondrá una experiencia devastadora para tu bolsillo. Y para colmo, ahí tienes un cartel enorme que especifica que no puedes entrar al cine con comida y bebida del exterior.

Sí puedes llevar tus propias palomitas al cine

Ese cartel no forma parte del reglamento de admisión en las salas de cines, pero sin duda es desalentador. El cartel te desalienta a traer tus propias chuches de casa o compradas en otro establecimiento y te alienta a adquirirlas en el propio cine, por supuesto a un precio bastante más elevado. La experiencia de ir al cine se convierte en algo no apto para todos los bolsillos. Pero insistimos, si quieres ahorrar un poco en esta jornada, ignora el cartel.

Claro que no te será fácil. Hay mucha gente que opta por esconder en el bolso o en los bolsillos del abrigo esa comida que quieren disfrutar mientras ven la película. Así el personal de la sala no les llama la atención. Pero otras personas se niegan a esconderse por algo a lo que sí tienen derecho. Tienen derecho a llevar alimentos y bebidas a la sala porque un cine no es un establecimiento de hostelería y restauración.

Dejamos esto claro pero tenemos que volver a lo que nos compensa o no. Una cosa son los derechos que tenemos como consumidores, una cosa es que la legalidad esté de nuestra parte y otra cosa muy distinta es lo que nos conviene. ¿Te conviene tener una discusión con el personal del cine para que te deje entrar con las palomitas que traes de otro establecimiento? Esta cuestión es ya un asunto personal.

Porque puede que te sientas mejor al poder ejercer tu derecho y al no permitir el atropello, pero también puede ser que esa discusión te amargue esa jornada de ocio que llevabas tiempo planeando con tu familia. En cualquier caso toma nota de los precios, de la entrada y de los extras y calcula si la película te ha merecido la pena.