¿Se puede entrar al baño de un bar sin consumir?

Seguro que te ha pasado más de una vez. Que estás una mañana haciendo recados por tu localidad y tienes ganas de ir al baño. Las calles están plagadas de bares, pero el caso es que no te apetece tomar nada y, sin embargo, ¿cuántos cafés, cervezas o refrescos te has tomado sin ganas solo porque necesitabas utilizar el baño del bar? Nos preguntamos hasta qué punto es legal entrar al baño de un bar sin consumir nada.

¿Tienes derecho a usar el aseo de un bar sin consumir?

En algunos establecimientos incluso avisan con un cartel: "Aseos de uso exclusivo para clientes". Pero que lo ponga ¿les otorga ese derecho? Podemos hablar desde el punto de vista legal o desde el punto de vista moral, pero esta cuestión de entrar al baño de un bar sin consumir nada es algo que siempre nos ronda la cabeza. Y desde el punto de vista legal... tampoco hay acuerdo.

Sentimos no podemos aclarar este aspecto y menos si te encuentras ahora mismo en una situación de cierta urgencia por utilizar un aseo de un bar. Pero es que la normativa no está nada clara porque además cada comunidad autónoma tiene sus propias normas. Si nos fijamos en lo que dice el Centro de Estudios de Consumo, lo cierto es que el acceso al aseo se rige en función de las limitaciones que tenga establecidas el local en el ejercicio del derecho de admisión.

Hay personas que entienden que si no está especificado y su utilización no altera el normal funcionamiento del bar, no pueden negarte la entrada al baño. Además, si en su derecho de admisión se prohíbe expresamente la utilización de los aseos a los que no son clientes, el establecimiento podría estar incurriendo en una cláusula abusiva y discriminatoria. Pero seguimos sin tener las cosas claras, el tiempo apremia y la urgencia de entrar al aseo es cada vez mayor.

En este punto nos preguntamos si merece la pena acogerse al derecho para utilizar el baño sin consumir nada. Porque hay otras alternativas. Como, por ejemplo, la opción de entrar al bar, saludar amablemente y comentar la urgencia por utilizar el aseo. A partir de ahí, es jugar al cara o cruz, dependiendo del momento que tenga la persona que está al otro lado de la barra. ¿Te dejará entrar o te negará el acceso?

De cualquier forma, nosotros tenemos un truco que nunca falla. Si no quieres tomar nada en ese momento porque no te apetece sentarte a tomar un café o una cerveza o porque tienes prisa, siempre puedes pedir un botellín de agua y llevártelo. En algún momento lo tomarás. Tú utilizas el aseo tranquilamente, te conviertes en cliente exprés y te marchas aliviado sin necesidad de llamar a un abogado.