¿Cuidamos peor ahora a nuestros mayores? El 58,6% de las personas mayores piensa que sí.
Un reciente estudio del CIS revela que el 58,6% de los mayores siente que sus hijos no les cuidan como antes. ¿Se debe a la falta de tiempo, a cambios sociales o simplemente a una percepción distinta? Analizamos las claves de esta realidad y posibles soluciones.
Índice
1. La preocupación de los mayores, ¿Nos estamos olvidando de ellos?2. ¿Cuáles son los grandes problemas de nuestros mayores?
3. La paradoja de los abuelos cuidadores
4. La brecha digital es un obstáculo invisible
5. Los jóvenes también tienen sus propios retos
6. ¿Cómo mejorar la situación de nuestros mayores?
7. ¿Es una cuestión de generaciones o de sociedad?
La preocupación de los mayores, ¿Nos estamos olvidando de ellos?
El debate está servido. Un reciente estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha puesto sobre la mesa un dato que invita a la reflexión: un 58,6% de las personas mayores en España siente que sus hijos no les cuidan tan bien como en generaciones anteriores. ¿Se trata de una simple percepción o estamos ante una realidad que necesita atención? La respuesta, como casi siempre, no es sencilla.
Vivimos en una sociedad donde el ritmo de vida es vertiginoso, las responsabilidades se acumulan y las estructuras familiares han cambiado. Pero, ¿hasta qué punto esto afecta a la atención que damos a nuestros mayores? El informe del CIS nos da algunas pistas.
¿Cuáles son los grandes problemas de nuestros mayores?
Según la encuesta, las principales dificultades a las que se enfrentan los mayores de 65 años en España son:
- Problemas económicos: un 25,1% afirma que su pensión no es suficiente para cubrir gastos básicos como la luz, la calefacción o la alimentación.
- Falta de recursos públicos: un 18,1% considera que no existen suficientes ayudas para centros de día, residencias o asistencia a domicilio.
- Soledad y aislamiento: un 14,3% menciona la falta de contacto social como un problema grave en su vida diaria.
A esto se suma un dato preocupante: el 89,3% de los encuestados opina que los mayores sufren más soledad que los jóvenes. Es decir, aunque las dificultades económicas son evidentes, el sentimiento de abandono y aislamiento es una de las grandes preocupaciones de esta etapa de la vida.
La paradoja de los abuelos cuidadores
Un aspecto curioso del estudio es que muchos mayores afirman cuidar regularmente de sus nietos, pero sienten que sus propios hijos no les prestan la misma atención.
El 46,7% de los encuestados dice que, en algún momento, ha sido el responsable de cuidar a sus nietos mientras los padres trabajaban. Además, un 38,3% afirma que en el pasado tuvo un papel clave en la crianza de sus nietos, aunque ahora ya no lo haga con tanta frecuencia.
Este dato refleja un fuerte vínculo intergeneracional, pero también plantea una pregunta: si los abuelos están tan presentes en la vida de sus nietos, ¿por qué sienten que no reciben el mismo apoyo por parte de sus hijos?
La brecha digital es un obstáculo invisible
Otro gran reto que afrontan nuestros mayores es la tecnología. En un mundo cada vez más digitalizado, realizar gestiones por internet se ha convertido en una obligación, pero no todos se sienten preparados para ello.
- Un 48,1% de los encuestados afirma que en muchas ocasiones se ha visto obligado a hacer trámites online sin alternativa presencial.
- El 53,9% tiene dificultades con la burocracia en organismos públicos.
- Un 47,2% encuentra complicado entender contratos o resolver incidencias con empresas de suministros o telefónicas.
Aunque algunas gestiones, como pedir cita médica, no representan un gran problema para la mayoría (el 72,5% lo encuentra fácil), el mundo digital sigue siendo una barrera para muchas personas mayores.
Los jóvenes también tienen sus propios retos
El estudio del CIS no solo analiza la situación de los mayores, sino también la de los jóvenes. Y aquí surge un dato interesante: el 82,5% de la población considera que los jóvenes enfrentan hoy más problemas que los mayores.
Las dificultades que más afectan a los menores de 35 años son:
- Precio de la vivienda (10,9%).
- Precariedad laboral (10,7%).
- Dificultad para independizarse (10%).
Esto explica, en parte, por qué muchas personas jóvenes tienen menos tiempo para dedicar a sus padres. En un contexto en el que apenas pueden estabilizar su propia vida, el cuidado de los mayores puede quedar en un segundo plano, no por falta de interés, sino por falta de recursos y tiempo.
¿Cómo mejorar la situación de nuestros mayores?
El estudio del CIS también recoge propuestas de los encuestados para mejorar la calidad de vida de los mayores. Entre las más valoradas están:
- Adaptar las ciudades (8,66 sobre 10): transporte público accesible, aceras amplias, bancos en las calles y rampas.
- Mejor atención en la administración y empresas (8,58): un trato más humano y menos barreras digitales.
- Más espacios de ocio y socialización (8,58): para combatir la soledad.
- Reducir la brecha digital (8 sobre 10): más formación y asistencia para que los mayores puedan manejarse con la tecnología.
¿Es una cuestión de generaciones o de sociedad?
El estudio del CIS nos deja muchas preguntas en el aire. ¿Realmente los hijos cuidan menos de sus padres o simplemente lo hacen de otra manera? ¿Es justo comparar el pasado con el presente cuando las circunstancias han cambiado tanto?
Lo que está claro es que nuestros mayores necesitan más apoyo, tanto a nivel familiar como institucional. La soledad y la brecha digital son problemas que podemos empezar a solucionar con pequeños gestos: una llamada, una visita, una tarde de charla sin prisas.
Quizá el verdadero desafío no sea si cuidamos mejor o peor a nuestros mayores, sino cómo podemos hacerlo de una forma más equilibrada y justa en una sociedad que avanza a toda velocidad. Y, sobre todo, cómo podemos garantizar que nadie, ni mayor ni joven, se sienta solo o desatendido en un mundo donde todos necesitamos un poco más de tiempo y empatía.
Bibliografía
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