El error de infantilizar a las personas mayores

Hay un lenguaje que en ocasiones se emplea con las personas mayores y que puede resultar ofensivo, ya que se tiende a hablarles como si fuesen niños pequeños. 

¿Qué es la infantilización de las personas mayores?

Lo que a una cuidadora, una enfermera, unos hijos o un médico consideran un trato cariñoso o afable, a muchas personas mayores les resulta desagradable y condescendiente. Y es que, frases como "¿Cómo estamos haciéndolo hoy?", "Como no te comas toda la comida, me voy a tener que enfadar contigo", "¿Has sido buena niña?", "Dame ese bizcocho que te vas a poner malita", etc. dirigidas a personas que ya peinan muchas canas, se consideran expresiones que les infantilizan, minimizan sus capacidades, les restan habilidades y, en definitiva, les ningunea.

Algunas expresiones de infantilización implican dirigirse a las personas mayores usando diminutivos, elogios o mimos que solemos usar con niños. Esto además, puede verse como excesivamente familiar o irrespetuoso, sobre todo cuando lo utilizan los extraños.

Aunque las personas que usen este tipo de lenguaje con las personas mayores no tengan mala intención y solo traten de mostrar cariño, puede interpretarse como un lenguaje degradante. Y es que, no se está tratando con un bebé o un niño, sino con una persona que, a pesar de haber perdido capacidades, no es un niño pequeño, ni es una mascota. 

Sucede principalmente cuando la persona mayor tiene algún tipo de discapacidad. Estas actitudes hacia las personas mayores también implican: 

- Hablarles en voz muy alta dando por sentado que tienen problemas de oído.

- Hablar lentamente en la convicción de que no van a entender una charla normal.

- Usar un vocabulario extremadamente sencillo pensando que no van a entender determinadas palabras.

- Explicar más allá de lo necesario conceptos que pueden ser fácilmente entendibles.

- No hablar directamente con la persona mayor sino con su cuidador o sus hijos, asumiendo que no van a entender lo que se les quiere decir.

- No tomar en serio las opiniones, creencias o deseos de una persona discapacitada.

- No permitirles ser independientes y controlar su ropa, sus finanzas, su alimentación...

Entornos en los que suele infantilizarse a los mayores

Es más frecuente que la actitud de infantilizar a los mayore se lleve a cabo por personal de hospitales, de centros de día, residencias de ancianos, personal de ambulancias y otros servicios relacionados con personas mayores.

Por qué no infantilizar a nuestros mayores

- Tratar a los adultos como niños implica que han retrocedido a etapas de desarrollo anteriores, sin reconocer la experiencia de toda una vida que los separa de los niños.

- Usar este tipo de lenguaje con personas mayores puede resultar humillante y degradante para ellos.

- Sentir que los demás no les toman en serio puede conducir a los mayores a la depresión, a la pérdida de identidad y al aislamiento.

- Una persona mayor tratada constantemente de forma infantil puede llegar a asumir que tiene las mismas capacidades de un niño, aunque no sea el caso, y puede agudizar los comportamientos infantiles. 

- Pueden sentir que no se les tiene respeto y que no son tomados en cuenta.

En conclusión, los miembros más mayores de nuestra comunidad, independientemente de si han perdido cierta autonomía, habilidades o capacidades, merecen ser tratados con respeto y dignidad. Por lo tanto, es importante revisar el lenguaje que se usa con personas que, aunque tengan algún grado de dependencia o tengan algún impedimento, están en plenas facultades mentales.