El Tajo a su paso por Ronda

El Tajo a su paso por Ronda

El Tajo de Ronda, con su impresionante caída vertical, ha sido desde tiempos remotos el alma de la ciudad. En esta fotografía antigua, se aprecia la inmensidad de sus paredes rocosas, sobre las cuales se asientan casas y calles que desafían la gravedad, un testimonio de la estrecha relación entre la naturaleza y la arquitectura en Ronda.

Esta imponente garganta fue moldeada por la acción del río Guadalevín, que durante miles de años ha erosionado la roca hasta formar este espectacular desfiladero de más de 100 metros de profundidad. Desde la época romana, Ronda ha aprovechado esta geografía única para su defensa, convirtiéndose en una de las fortalezas más inexpugnables de Andalucía durante la dominación musulmana. Sus murallas y accesos naturales protegían la ciudad de invasiones y asedios.

Con la construcción del Puente Nuevo en el siglo XVIII, Ronda logró conectar ambas orillas del Tajo, facilitando su crecimiento urbano. Hoy en día, el Tajo sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, atrayendo a viajeros y aventureros que buscan contemplar su majestuosidad desde los distintos miradores y recorrer las estrechas calles que han sobrevivido al paso del tiempo.

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