Vista de los acantilados de Ronda

Vista de los acantilados de Ronda

Ronda, una ciudad suspendida sobre el abismo, ha sido testigo de siglos de historia y evolución. En esta fotografía antigua, capturada a principios del siglo XX, se puede apreciar la impresionante geografía que caracteriza a la localidad. Sus casas blancas se alinean al borde del imponente Tajo de Ronda, un desfiladero natural de más de 100 metros de profundidad que ha sido su principal defensa natural a lo largo de los siglos.

Desde la época romana, Ronda ha sido un punto estratégico en Andalucía, pasando por la dominación musulmana, que dejó una huella imborrable en su arquitectura y urbanismo. Fue durante la Reconquista cuando la ciudad comenzó a transformarse en el enclave que hoy conocemos, con la construcción de edificaciones emblemáticas como el Puente Nuevo, la Plaza de Toros y numerosos palacetes y conventos.

A principios del siglo XX, Ronda aún conservaba su esencia de pueblo andaluz, con calles empedradas, casas señoriales y una tranquilidad que atraía a viajeros románticos en busca de inspiración. Hoy, aunque modernizada, sigue manteniendo su aura de ciudad legendaria, atrapada entre la historia y la majestuosidad de su paisaje único.

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