Jubilados que rompen los estereotipos: jubilados muy activos

Tal vez porque han pasado toda una vida defiendo sus derechos civiles y laborales y no se han quedado de brazos cruzados esperando a ver por dónde venía el siguiente recorte. El caso es que mientras que hay jubilados que no terminan de adaptarse al fin de su vida laboral, hay otros que la disfrutan al máximo. Son esos jubilados muy activos, esos jubilados felices que rompen con los estereotipos.

Activos y muy felizmente jubilados

Advertimos: cuando hablamos de personas felizmente jubilados hablamos de personas que han llegado a la edad de jubilación en buena forma física o sin graves dolencias de salud y que además tienen una pensión de jubilación con la que pueden permitirse una vida sin lujos pero sin estrecheces. A partir de ahí, todo es disfrutar. Algunos de estos jubilados cuentan además con un plan de pensiones que hace que vivan más tranquilos en el aspecto económico y que incluso puedan ayudar a sus hijos.

Hablando de ayudar a sus hijos. Buena parte de la actividad de los jubilados se la dedican a sus nietos, por obligación o por devoción, pero lo cierto es que ese tiempo que pasan con los pequeños de la casa es tiempo de calidad y que repercute positivamente en su bienestar emocional. No solo los nietos, ¿quién no tiene ese abuelo o esa abuela que convoca barbacoas familiares cada vez con más frecuencia? Abuelos y abuelas que pasan tiempo con su familia pero también con sus amigos.

Los felizmente jubilados se apuntan a todo. No es que no quieran pasar tiempo a solas con ellos mismos, es que tienen mucho libre; para ser más concretos tienen todo el tiempo del mundo. Por eso se acercan hasta las asociaciones de jubilados para realizar actividades formativas para las que siempre se está a tiempo, para apuntarse a alguna excursión de un día o para disfrutar de una de esas mágicas vacaciones de Imserso. Y si no, pues organizan el viaje por su cuenta, que el caso es cambiar de aires.

Y hablando de jubilados que rompen con el estereotipo de abuelito frágil y que naufraga en la sociedad de las nuevas tecnologías...nada de eso. Cada vez más jubilados están más al día y son capaces de hacer más cosas con el Smartphone o el ordenador que una persona de mediana edad. No  hay más que ver cómo utilizan el Whatsapp cada día o las reuniones familiares que organizan por videollamada con sus nietos.