La reforma de las pensiones: cómo serán las nuevas jubilaciones

No es ningún secreto que el déficit de la Seguridad Social es preocupante y por eso las reformas de las pensiones no cesan. Se trata de reducir el gasto en pensiones pero sin reducir la calidad de vida de los jubilados, ¿es posible? Desde el Pacto de Toledo se intenta tener en cuenta ambos factores y, al menos sobre el papel, que nadie salga perjudicado. Ante todo hay que advertir que las reformas y los cambios afectarán a los nuevos jubilados, no a quienes ya cobran su pensión, pero ¿cómo serán las nuevas jubilaciones?

La reforma de las pensiones sigue adelante

Como lo que más preocupa es el déficit de la Seguridad Social, la intención es reducir el gasto. ¿Cómo se va a hacer? Parece que la mejor opción es separar las fuentes de financiación de la Seguridad Social y al mismo tiempo conseguir la integración de Regímenes. Los números son alarmantes y más ahora que se empiezan a ver los efectos de la pandemia. Estamos hablando de un déficit de unos 25.000 millones de euros.

Obviamente el déficit preocupa, pero también preocupa mantener el poder adquisitivo de los jubilados y para ello se espera que la subida de la pensión esté vinculada a la del IPC. Así lo aseguran partidos y agentes sociales, pero desde el Banco de España advierten que una subida de las pensiones ligada a la inflación aumentaría el gasto hasta los 36.000 millones de euros.

Seguimos con más reformas que nos llegan desde el Pacto de Toledo. Hay un interés especial en acercar la edad de jubilación real a la legal. En la actualidad la edad de retiro se sitúa en 65 años y 10 meses, pero el objetivo es aumentar esa edad legal hasta los 67. Por cada año que la edad legal de jubilación le gane a la edad real, la Seguridad Social podría ingresar 4.500 millones de euros.

Está complicado el panorama de las nuevas jubilaciones y no solo por el déficit de la Seguridad Social. Muchas de las medidas que se proponen en el Pacto de Toledo son incompatibles con las exigencias de la Unión Europea así que, tal vez a modo de prevención, la recomendación que más van a recibir los nuevos jubilados es que tengan contratado un plan de pensiones para garantizar su jubilación.