Los beneficios del voluntariado cuando ya estás jubilado

Llega el esperado el momento de la jubilación y resulta que el cambio que se ha producido en tu vida no te convence demasiado. Es un cambio brusco, de las largas jornadas de trabajo pasas tener todo el día para ti y no siempre con los recursos económicos que te gustaría. Hay algo que puedes hacer y que te beneficiará a ti y a los demás. Hablamos del voluntariado para jubilados.

Voluntariado para jubilados

Las personas mayores son un sector de la población al que afecta la depresión. El propio envejecimiento, la soledad de algunos jubilados y la sensación de que ya no son útiles para la sociedad son algunas de las causas de la depresión en mayores. Y lo cierto es que la jubilación implica un cambio radical de vida que no siempre sabemos cómo afrontar. De ahí que el voluntariado sea una de las mejores maneras de pasar por la jubilación con una mejor actitud.

Porque son muchos los colectivos que necesitan ayuda y porque ayudar a los demás no tiene edad. Si antes no podías por tu horario laboral, ahora sí puedes. Y, seamos sinceros, ser voluntario, a la edad que sea, siempre es beneficioso para todas las partes, para el que ayuda y para que el necesita ayuda. ¿Y qué tipo de voluntariado puede hacer un jubilado? Desde echar una mano en comedores sociales hasta ayudar en una  protectora de animales hay un amplio abanico de posibilidades.

Porque seguro que hay otras personas mayores, tal vez de tu edad, que no han llegado a la jubilación en tan buenas condiciones físicas, puedes hacer acompañamiento a personas mayores para que no se sientan solas o incluso hacerles algunos recados, como ir a la farmacia o ayudarles con las nuevas tecnologías para que hagan la compra desde casa o se puedan comunicar más a menudo con sus familiares que viven lejos.

Algunos jóvenes también necesitan tu ayuda. Jóvenes en riesgo de exclusión social, por ejemplo, con los que puedes compartir experiencia, conocimientos o habilidades. Acompañar a inmigrantes que no se desenvuelven bien con el idioma a realizar gestiones burocráticas es otra de las actividades que pueden hacerte sentir mejor. O participar en campañas en defensa de intereses variados, como el medio ambiente o la propia situación de los pensionistas. Tú decides en qué te interesa colaborar y a quién quieres ayudar.