Jubilación: replantearse los momentos de ocio

Muchas personas pasan años planificando en qué emplearán su tiempo en el momento en que se jubilen y se cargan de proyectos. Otros sueñan con no hacer nada. Unos y otros, pasados los momentos iniciales de euforia y de descanso, tendrán que plantearse con realismo e ilusión cómo llenar las horas sus vidas. Todos necesitamos estar inmersos en actividades, asumir responsabilidades y, por supuesto, disfrutar.

Buscar en qué emplear bien las horas del día tiene muchas ventajas. Entre ellas:
• Permite organizar la vida diaria
• Aumenta la autoestima y la satisfacción personal
• Nos aporta reconocimiento
• Ofrece la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades
• Mejora nuestra creatividad

No se trata por tanto de llenar el tiempo, sino de aprovecharlo, de buscar la fórmula de utilizarlas para el disfrute de uno mismo y para el de cuantos nos rodean, dando al ocio un fin y un significado. Hay que intentar compaginar actividades personales -hacer deporte o ejercicio, seguir estudiando o estar relajado con la lectura de un libro- con otras más sociales que puedan compartirse con los demás -viajes, cine, labores humanitarias, reuniones y actividades con amigos...-. El secreto está en no caer en la rutina. Ya tuvimos demasiada durante la vida laboral.

Sea cual fueren las actividades elegidas, conviene que cada una de ellas tenga continuidad en el tiempo. Hay muchas alternativas -educativas, de ocio, voluntariado, asociacionismo...- perfectamente combinables entre sí. Solo queda elegir lo que más guste y esperar con ansia el momento de llevarlas a cabo.