Organiza tus ingresos tras la jubilación
No hay jubilación tranquila si la economía nos preocupa. Si los ingresos son inferiores a los gastos, resulta imprescindible atarse el cinturón y hacer ajustes en nuestro presupuesto.
Cuando el dinero no llega, hay dos posibilidades: incrementar los ingresos o reducir los gastos. Naturalmente, en la jubilación los ingresos son estables, por lo que no existe otra opción que reducir el tren de vida. Pero ¿cómo hacerlo? La clave está en priorizar.
En todos los hogares existen gastos fijos que obligatoriamente debemos afrontar mes a mes: el pago de la hipoteca o del alquiler, los gastos de comunidad y los préstamos. Junto a ellos, existen gastos variables que hay que afrontar también: la comida, la ropa, la electricidad, el gas... El tercer capítulo de gastos son discrecionales, aquellos que empleamos en cosas que no resultan imprescindibles y, en caso de necesidad, son los que hay que suprimir. Por lo tanto, para llegar con cierta holgura a final de mes, lo primero es plantearse en reducir gastos superfluos (comidas fuera de casa, espectáculos, caprichos, etc.).
Una vez que se tiene claro en qué reducir, es conveniente elaborar un presupuesto y hacer un seguimiento metódico de los gastos y repasar las cuentas bancarias con frecuencia. Apuntar los ingresos y los gastos permite prever cuándo necesitarás emplear fondos adicionales procedentes del ahorro o de préstamos e identificar qué gastos se podrían reducir o aplazar hasta un momento de mayor desahogo económico.
Artículo recomendado
Buscador gratuito de residencias
Encuentra la residencia que encaja con tus necesidades. Puedes filtrar por preferencias, ver los servicios y fotos de cada centro e incluso contactar...
Comentarios