Desgravar impuestos: claves para pagar menos

José María Múgica Flores, Director General de la OCU nos da unas pequeñas pautas a tener en cuenta sobre las posibilidades de reducir, dentro de la legalidad, el peso de una fiscalidad que, cada día, se hace más onerosa. No es tarea fácil en nuestro ámbito porque apenas existen deducciones que vayan ligadas a la edad y, en muchos casos, para aprovecharse de ellas es preciso tomar decisiones y realizar actuaciones que, cuando se está cerca de la puerta de la bien merecida jubilación (o ya se ha pasado por ella) no resultan sencillas.

Con todo, hay algunas posibilidades, siempre que entren en nuestros proyectos de inmediato. Por regla general hay una serie de obras de mejora en la vivienda que implican una desgravación y que, en la medida en que se hay planeado realizarlas puede ser un buen momento para llevarlas a cabo. En función de la base imponible y siempre que no se superen los 71.000 euros, estas deducciones pueden ser interesantes.

Con relación a la vivienda habitual conviene tener en cuenta que si el propietario supera los 65 años, la operación de venta está exenta de tributación, aspecto éste a considerar si se tiene previsto desprenderse de la vivienda habitual por los motivos que sean. Si se está cerca de esa edad quizás convenga plantearse una espera para poder aplicarse esta exención.

Pese a lo que, a menudo se dice, no es recomendable hacer aportaciones a los planes de pensiones o suscribir otros nuevos, ya que han perdido la ventaja de la reducción del 40% si se cobra en forma de capital. Lo mismo cabe decir de las aportaciones empresariales a los planes de pensiones ya que pueden aumentar la base imponible e impedir la aplicación de algunas deducciones.

Deducciones, éstas, y reducciones en lo que hay que pagar que van ligada a menudo a operaciones que no siempre son viables o que exigen unos equilibrios que, a menudo, nos deben llevar a buscar ayuda y consejo en personas expertas y de confianza. Insisto en este segundo punto, de confianza, porque, lamentablemente, no siempre las recomendaciones que hacen los expertos velan por nuestros verdaderos intereses. Es el caso, por ejemplo, del juego de compensar ganancias con pérdidas, en especial si los bienes que ha podido reunir no le rinden y los puede colocar. Pero, insisto, se trata siempre de una serie de operaciones y cálculos que deben hacerse con sumo cuidado.

Bien es verdad que hay otras medidas cuya consecuencia puede ser reducir los impuestos que se pagan al fisco, pero conviene siempre asesorarse antes de dar un paso equivocado. Lamentablemente vivimos en un contexto donde con frecuencia quien nos aconseja no lo hace, precisamente, atendiendo a lo que más nos conviene. Y esto puede tener consecuencias realmente funestas para nuestros intereses.