Discurso de jubilación de un profesor/a de escuela

Queridos alumnos, padres, colegas y personal de la escuela,

Hoy me encuentro ante vosotros con un nudo en la garganta y un corazón lleno de emociones encontradas. Después de muchos años de dedicación y amor por la enseñanza, ha llegado el momento de decir adiós. Es un honor y un privilegio estar aquí frente a todos vosotros en este día tan especial, mi jubilación.

Cuando comencé mi carrera como maestra/o de educación infantil, nunca imaginé el impacto profundo y gratificante que tendría en mi vida. Cada día entrando al aula, me llenaba de energía y alegría, porque sé que la educación de los más pequeños es la semilla que florecerá en un futuro brillante.

Han sido años de risas compartidas, cuentos contados, canciones entonadas y muchos abrazos reconfortantes. Cada niño que pasó por mis manos ha dejado una huella imborrable en mi corazón y espero haber sembrado en ellos la semilla del amor por aprender, explorar y descubrir el mundo que les rodea.

A lo largo de mi trayectoria, he aprendido tanto de vosotros, mis queridos alumnos. Vuestras sonrisas, vuestra curiosidad infinita y vuestra capacidad para sorprenderme día a día han sido mi mayor inspiración. Cada uno de vosotros tiene un potencial único y ha sido un honor ser parte de su viaje educativo.

Agradezco también a los padres y familias que confiaron en mí para ser parte del desarrollo y crecimiento de sus hijos. Su apoyo incondicional y colaboración en esta maravillosa aventura educativa ha sido invaluable.

No podría haber llegado hasta aquí sin el apoyo y la colaboración de mis colegas y el personal de la escuela. Han sido compañeros increíbles, siempre dispuestos a compartir ideas, apoyarse mutuamente y trabajar en equipo para el beneficio de nuestros alumnos.

Ahora, al cerrar este capítulo de mi vida, miro hacia el futuro con gratitud y emoción. Si bien me despido de las aulas, llevaré conmigo cada recuerdo, cada lección aprendida y cada sonrisa compartida. Mi pasión por la educación y el amor por los niños seguirán siendo parte de quién soy, incluso en esta nueva etapa de mi vida.

Quiero animar a mis colegas a seguir inspirando a las generaciones futuras, a nunca subestimar el poder transformador que tienen como educadores. Cada uno de vosotros tiene el potencial de marcar la diferencia en la vida de sus estudiantes, así que seguid adelante con pasión y dedicación.

Finalmente, quiero agradecer a esta institución por brindarme la oportunidad de servir, crecer y aprender durante todos estos años. Llevo conmigo gratos recuerdos y un profundo agradecimiento por haber sido parte de esta comunidad educativa.

A todos y cada uno de vosotros, os estaré eternamente agradecida por haber sido parte de mi viaje como educadora. Ahora, mientras me despido, lo hago con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de gratitud.

¡Gracias por estos maravillosos años juntos!

Con cariño y agradecimiento, [Tu nombre]