Los cambios de las Clases Pasivas que afectan a la jubilación de los funcionarios

Más de 600.000 funcionarios y empleados públicos se encuentran ahora con la incertidumbre de qué pasará con su jubilación. No es que se encuentre en peligro, sino que su situación ha cambiado con una medida que el Gobierno ha tomado y que ha pasado casi desapercibida entre las noticias preocupantes sobre el coronavirus. Estamos hablando del final del Régimen de las Clases Pasivas. ¿Cómo afecta esto a la jubilación de los funcionarios?

El final de las Clases Pasivas

Es cierto que el Régimen de Clases Pasivas estaba destinado a desaparecer, ya que desde el 2011 no admitía nuevas altas. Se trata del régimen al que están adscritos los Funcionarios del Estado, así como el personal militar o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Este grupo tenía ciertas diferencias en los requisitos a la hora de jubilarse.

Entre esos requisitos se encontraba la edad de jubilación, que podía ser a los 60 años y no a los 65 años y 10 meses que necesitan el resto de trabajadores. Sin embargo, el cambio más sustancial y del que no se conocen aún las consecuencias para los jubilados de las Clases Pasivas es su inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social. Hasta ahora las jubilación de las Clases Pasivas estaba a cargo del Ministerio de Hacienda.

Y con esta nueva medida las jubilaciones de los funcionarios pasan a formar parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Como la medida no ha tenido mucha repercusión en los medios, todavía no se sabe cómo afectará esto a los funcionarios que estén pensando en jubilarse. Desde el Gobierno se insiste en que los funcionarios en activo seguirán cobrando y cotizando de la misma manera y que tampoco afecta a las condiciones de futuras jubilaciones.

Desde los sindicatos de funcionarios no están tan seguros de que no vaya a afectar a las pensiones de jubilación de los funcionarios. Lo que está claro es que con esta modificación, las condiciones de jubilación de las Clases Pasivas ya están unificadas con las del Régimen General, lo que supone organizar las cuentas de las pensiones contributivas de forma centralizada.