Vivir con un mayor de 65 años tiene beneficios fiscales

Vivir con un mayor de 65 años tiene beneficios fiscales

La Agencia Tributaria ha introducido beneficios fiscales para quienes viven con personas mayores de 65 años, ofreciendo deducciones de hasta 1.400 euros. Estas medidas buscan aliviar la carga económica de las familias cuidadoras, siempre que se cumplan ciertos requisitos, como la convivencia y los ingresos limitados del ascendiente.

Vivir con una persona mayor de 65 años puede traer consigo beneficios fiscales significativos en la declaración de la renta. Estas deducciones están diseñadas para ayudar a las familias a aliviar la carga económica que implica cuidar a sus seres queridos mayores.

La campaña de la renta que finalizó el pasado 1 de julio ofrecía una oportunidad única para los contribuyentes que validaron la deducción relacionada con el acogimiento de personas mayores de 65 años. Este beneficio puede representar un "regalo" de 1.150 euros de la Agencia Tributaria, o incluso 1.400 euros si el ascendiente supera los 75 años. Sin embargo, para acceder a estas deducciones, los beneficiarios deben cumplir una serie de requisitos establecidos por Hacienda.

Definición de ascendientes según hacienda

La Agencia Tributaria define a los ascendientes como "los padres, abuelos, bisabuelos, etc., de quienes descienda el contribuyente y que estén unidos a éste por vínculo de parentesco en línea recta por consanguinidad o por adopción". Es importante destacar que no se incluyen las personas unidas por vínculo de parentesco en línea colateral (tíos, tíos abuelos) o por afinidad (suegros).

Deducciones disponibles

La deducción es de 1.150 euros anuales por cada ascendiente mayor de 65 años. Si el familiar tiene más de 75 años, la deducción se incrementa a 1.400 euros anuales. Estas cantidades pueden marcar una diferencia significativa en la economía de las familias que se encargan del cuidado de sus mayores.

Requisitos para la deducción

Para poder beneficiarse de esta deducción, los contribuyentes deben cumplir con ciertos requisitos a la hora de presentar la declaración de la renta:

  • 1. Edad del ascendiente: El ascendiente debe ser mayor de 65 años a la fecha de devengo del impuesto, que normalmente es el 31 de diciembre. Alternativamente, si tiene un grado de discapacidad igual o superior al 33%, también puede aplicar.
  • 2. Convivencia: El ascendiente debe convivir con el contribuyente al menos la mitad del período impositivo. Para los ascendientes con discapacidad que dependen del contribuyente y están internados en centros especializados, se considera que este requisito se cumple.
  • 3. Ingresos del ascendiente: El ascendiente no debe haber obtenido rentas superiores a 8.000 euros anuales, excluidas las rentas exentas del impuesto.
  • 4. Declaración de IRPF del ascendiente: El ascendiente no debe presentar declaración del IRPF con rentas superiores a 1.800 euros.

Situaciones especiales

En el caso de fallecimiento del ascendiente, la cuantía del mínimo por ascendiente aplicable será de 1.150 euros. Además, en una declaración conjunta de unidades familiares, no se aplica el mínimo del contribuyente al otro cónyuge, pero sí se computa el incremento del mínimo del contribuyente si su edad es superior a 65 o 75 años.

Cómo solicitar la deducción

Para solicitar esta deducción, los contribuyentes deben incluir toda la información requerida en su declaración de la renta. Es crucial asegurarse de que todos los datos sean precisos y estén bien documentados para evitar problemas con la Agencia Tributaria.

Documentación necesaria

Los contribuyentes deben tener a mano la siguiente documentación:

• Documento de identidad del ascendiente.

• Certificado de convivencia que demuestre que el ascendiente ha vivido con el contribuyente durante el período requerido.

• Certificado de ingresos del ascendiente para asegurar que no excedan los límites establecidos.

Certificado de discapacidad, si aplica.

Impacto económico y social

Estas deducciones fiscales no solo representan un alivio económico para las familias, sino que también tienen un impacto social importante. Al reducir la carga fiscal, se incentiva a las familias a cuidar de sus mayores en casa, promoviendo la convivencia intergeneracional y el bienestar de los ancianos.

Beneficios adicionales

Además de las deducciones directas, cuidar de una persona mayor en casa puede traer otros beneficios, como:

  • • Mejora en la calidad de vida del mayor, al estar en un entorno familiar.
  • • Fortalecimiento de los lazos familiares.
  • • Ahorro en costos de residencias o cuidados externos.

Consejos para aprovechar al máximo las deducciones

  • 1. Planificación

Es importante planificar con antelación la declaración de la renta para asegurarse de cumplir con todos los requisitos y maximizar las deducciones posibles.

  • 2. Asesoramiento profesional

Considerar la ayuda de un asesor fiscal puede ser una buena inversión para asegurarse de que todas las deducciones aplicables se aprovechen correctamente.

  • 3. Mantener registros

Tener un registro detallado de todos los gastos y documentación relacionada con el cuidado del ascendiente puede facilitar la presentación de la declaración de la renta y evitar problemas futuros con Hacienda.

Vivir con una persona mayor de 65 años puede ofrecer beneficios fiscales significativos, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la Agencia Tributaria. Estas deducciones no solo alivian la carga económica de las familias, sino que también promueven la convivencia y el cuidado de los mayores en el hogar. Con una planificación adecuada y la documentación necesaria, los contribuyentes pueden aprovechar al máximo estas ventajas fiscales y contribuir al bienestar de sus seres queridos mayores

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