Biografía de Domingo Faustino Sarmiento

Domingo Sarmiento nació en el barrio de Carrascal, uno de los más humildes de San Juan. Su padre y un tío le enseñaron a leer y a escribir a los cuatro años y a los cinco entró en una escuela estatal. Su madre quería que ingresara en el seminario, pero él se negó. Después de trabajar un tiempo como asistente de un ingeniero, acompañó a su tío José de Oro al destierro al que este fue condenado.

En 1827 fue llamado al ejército federal. Allí se enfrentó a sus superiores varias veces por querer ser tratado con equidad, lo que le valió ser encarcelado un tiempo. Por todo ello, decidió abrazar la causa unitaria de José María Paz, pero la derrota de este ejército le obligó a emigrar a Chile.

En aquel país ejerció de maestro de escuela, entre otros oficios que desempeñó para subsistir. Con su alumna María Jesús del Canto tuvo a su única hija, Ana Faustina Sarmiento.

De regreso a su ciudad a causa de haber enfermado de fiebres tifoideas, se centró en las actividades literarias y culturales, fundando una Sociedad Literaria (1838), un instituto de secundaria para niñas (1839) y el periódico El Zonda.

En 1840 encontramos a Domingo Sarmiento de nuevo exiliado en Chile, por los reiterados ataques al gobierno aparecidos en su periódico. Esta vez prosiguió allí su actividad plenamente cultural, llegando a dirigir la Escuela Normal de Preceptores y ser nombrado miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

En 1848, después de un largo viaje por Europa, se casó con Benita Martínez Patoriza y adoptó al hijo de esta, Dominguito. Al cabo de un año, se separó de Benita y se fue a vivir con Dominguito a la Argentina, que moriría en la batalla de Curupayty en 1866, a los 21 años de edad.

En 1862 Domingo Sarmiento asumió el cargo de gobernador de San Juan, lo que quiso aprovechar para mejorar la ciudad en cuanto a obras públicas, pero también en materia de educación y cultura. Sin embargo, dos años más tarde se vio abocado a renunciar a su puesto.

En 1868 fue elegido presidente de la nación. Durante el ejercicio de su cargo, se centró en la promoción de la educación, como la creación de varios colegios y escuelas profesionales, y el desarrollo de las vías de comunicación del país, sobre todo en líneas de telégrafos.

A principios de 1888, con la salud deteriorada, decidió dejar Buenos Aires y establecerse en Asunción con su hija Faustina y sus nietos. Pero en unos meses, a los 77 años de edad, Domingo Sarmiento falleció. Sus restos se encuentran enterrados en el Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.

Dijo: "Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer".