Biografía de Immanuel Kant

Kant nació en una familia numerosa y modesta. Su padre, de origen escocés, fabricaba sillas de montar, y su madre era una mujer inteligente y profundamente pietista, según la describiría su propio hijo. Sus padres se propusieron ofrecer a sus hijos la educación a la que ellos no habían podido acceder. Así, Kant fue al colegio, donde recibió una buena base en la que se encontraban sólidos conocimientos de latín, griego, teología y religión, y a los 16 años ingresó en la universidad de su ciudad, de la que a lo largo de su vida no se alejaría más de un centenar de kilómetros.

En la Universidad de Königsberg, descubre a Newton y la física, las matemáticas y la astronomía. En 1746, la muerte de su padre le obliga a dejar los estudios por un tiempo para ponerse a trabajar. De este modo, durante nueve años será preceptor de hijos de familias pudientes. Ese mismo año publica su primer ensayo.

En 1755 termina la carrera universitaria y accede al título de profesor privado (Privatdozent) en la Universidad de Königsberg. Con los años, va consiguiendo mejores puestos, como el de bibliotecario en la Biblioteca de la Corte (1766) y profesor titular universitario (1770).

En 1781 aparece la primera edición de la Crítica de la razón pura, fruto de once años de trabajo y que, sin embargo, no obtiene el éxito que su autor esperaba.

En 1786 es nombrado miembro de la Real Academia de las Ciencias y las Letras de Berlín. Dos años más tarde publica la Crítica de la razón práctica. En los años siguientes escribe el resto de sus obras mayores: Fundamentación de la metafísica de las costumbres y Hacia la paz perpetua.
Aunque nunca salió de su región natal, Kant siempre estuvo al tanto de lo que ocurría en el mundo. Asimismo, tuvo muchos amigos y amistades a los que gustaba reunir en su casa para cenar, y durante un tiempo tuvo la costumbre de comer todos los días con un desconocido. Era meticuloso en su distribución del tiempo, que incluía un paseo diario.

Murió en la ciudad que le vio nacer a los 79 años siendo un personaje conocido, aunque no del todo comprendido por sus coetáneos. Sus últimas palabras fueron "Es ist gut" ("Está bien").

La filosofía kantiana fue denominada por el mismo autor "idealismo trascendental", conocida también como filosofía crítica o criticismo, y pretende superar las limitaciones del empirismo y del racionalismo.

Dijo: "Dormía y soñaba que la vida era bella; desperté y advertí que la vida era deber".