Biografía de Juana de Arco

También conocida como la Doncella de Orleáns, es la heroína nacional francesa y una santa de la Iglesia católica. Con solo 17 años encabezó el ejército real francés en plena Guerra de los Cien Años, en combates tales como el Sitio de Orleans, la batalla de Patay y otros enfrentamientos en 1429 y 1430

Vida y trayectoria

Nacida en Domremý, en la región de la Lorena (Francia), en el seno de una familia campesina acomodada. La madre de Juana le infundió una gran confianza y devoción hacia la Iglesia católica, por ello, cada sábado la pequeña Juana recogía flores del campo para llevarles al altar de Nuestra Señora.

A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la incitaban a llevar una vida devota y piadosa. Cuatro años más tarde, se sintió llamada por Dios para realizar una misión que parecía imposible: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país.

Tras varios rechazos y vacilaciones por parte de todo el mundo, la joven Juana consiguió convencer al rey Carlos VII de que expulsaría a los ingleses de Francia y por lo que éste le dio autoridad sobre su ejército.

Después de varias campañas victoriosas contra los ingleses, gracias a Juana de Arco, el rey Carlos VII consiguió ser coronado el 17 de julio de 1429.
Con ello, Juana ya había cumplido con su acometido pero, ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo hasta que fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430. Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería y aunque Juana declaró muchas veces que nunca había empleado brujerías y que era totalmente creyente y buena católica, la sentenciaron a la más terribles de las muertes de ese entonces: ser quemada viva. Años más tarde el rey de Francia la declaró inocente y el Papa Benedicto XV la proclamó santa.