Biografía de Violeta Parra

Violeta Parra nació probablemente en San Fabián de Alico, en el Departamento de San Carlos. Su padre, Nicanor Parra, era profesor de música y su madre, Clarisa Sandoval, era una mujer del campo. Violeta tuvo cinco hermanos y dos hermanastros. Tras un corto tiempo en Santiago, pasó su infancia en el campo, en las localidades de Lautaro, Chillán y, finalmente, Villa Alegre. Era una niña enfermiza, que cuando podía disfrutaba yendo con sus hermanos a bañarse en el río Ñuble. Su madre cosía muchas horas para contribuir a la economía familiar.

Pronto los hermanos Parra descubrieron su vocación artística. Violeta Parra empezó a tocar la guitarra a los 9 años y a los 12 componía las primeras canciones. Cuando su padre cayó gravemente enfermo y ella tuvo que abandonar la escuela, cantaba con sus hermanos en locales, calles, trenes... para ganar alguna plata para sobrevivir.

Nicanor Parra murió en 1931. Violeta se trasladó a Santiago, con su hermano Nicanor, que estudiaba en aquella ciudad. Después de tratar de proseguir sus estudios, los dejó para dedicarse a cantar en bares y pequeñas salas, junto a su hermana Hilda, formando el dúo de música folclórica Las hermanas Parra.

En 1938 se casó con Luis Cereceda, que trabajaba en el ferrocarril. Con él tendría dos hijos: Ángel e Isabel, que en el futuro también se dedicarían a la música.

Pero Violeta Parra tenía un carácter inquieto y bohemio, y su principal interés era la canción, por lo que acabaría separándose en 1948.

En 1949 se casó con Luis Arce, de quien tuvo a su hija Carmen Luisa aquel mismo año. En 1952 tuvo a Rosita Clara, que moriría prematuramente.

Mientras tanto, editaba sus primeros discos con su hermana Hilda.

En los años siguientes se dedicó a recopilar músicas y cantos tradicionales de Chile. Gracias a ello conoció a algunos poetas, como Pablo Neruda. Violeta reunió su recopilación en el libro Cantos folclóricos chilenos y los plasmó en sus primeros discos en solitario. Con su música viajó por varios países de Europa y la Unión Soviética. En París grabó sus primeros discos de larga duración y experimentó un éxito no conocido antes por ningún artista chileno.

En los años siguientes despliega en Chile una gran actividad artística, no solo musical, sino también plástica, elaborando cerámicas, arpilleras y pinturas.

En 1961 vivió unos meses en Argentina para volver después a Europa y tras viajar por varios países instalarse en París con sus hijos. Fue una etapa muy fértil, pero también de gran nostalgia por su tierra.

En 1965 regresó a Chile, pero el público la recibió con indiferencia y Gilbert Favre, el gran amor de su vida, se marchó a Bolivia y se casó con otra mujer. En 1966 Violeta compuso su canción más famosa, Gracias a la vida, y un año después se suicidó.

Dijo: "Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes".