Profesionales del fútbol-chapa

¿Tiendas de juguetes? no las necesitábamos, nosotros inventábamos y reciclábamos, éramos ecológicamente sostenibles ¡y ni siquiera lo sabíamos!. La palabra reciclar no estaba de moda en el vocabulario habitual pero lo cierto es que nosotros reciclábamos constantemente para poder tener juguetes. Nos hacíamos pelotas con lana y trapos, con cuerdas unas combas estupendas para saltar, o nos imaginábamos que un palo era una espada, una tabla un caballo o una chapa un futbolista.

Mi juego favorito eran las chapas sin lugar a dudas, nos pasábamos los recreos enteros jugando y haciendo estrategias para ver cómo llegar a la portería contraria. ¡Éramos profesionales del Fútbol-chapa! Recortábamos las caras de nuestros jugadores favoritos y las pegábamos en las chapas. Cuando no estábamos jugando estábamos rebuscando en el suelo de los bares a ver si encontrábamos alguna chapa diferente, era nuestro pasatiempo favorito y el más odiado por nuestras madres "¡mira cómo te has puesto! ¡ahora voy a tener que lavarte los pantalones!" (colleja incluida).

Cuando nos cansábamos del futbol dibujábamos un circuito con tiza en el suelo y había que llegar a la meta sin salirse, el que osase rozar la línea volvía a empezar y no había ningún tipo de tregua al respecto. El que llegase primero a la meta ganaba. En las carreras había de todo: choques, salidas de pista, vuelcos, derrapes... ¡hasta trampas! pero sobre todo había diversión, amigos y mucha imaginación.