Dick Fosbury, el saltador de altura

Con lo liada que andaba la cosa en 1968, y va un estadounidense llamado Dick Fosbury, saltador de altura para más señas, y en los Juegos Olímpicos de México, que se inauguraron por cierto el 12 de octubre de ese año, y se pone a brincar de espaldas para intentar rebasar el listón.

Desde luego, tanto los espectadores que lo vieron en directo en el Estadio Olímpico Universitario de Ciudad de México, como los que lo hicieron a través de la TV se quedaron atónitos viéndolo ejecutar un salto tan novedoso y espectacular. Hasta entonces, los estilos que todos los atletas utilizaban para realizar el salto de altura eran el clásico "rodillo ventral", el "rodillo occidental" o el estilo "tijera".

Así que lo del tal Fosbury, obviamente, resultó bastante sorprendente. Y el caso es que esta nueva modalidad de salto resultaba muy efectiva. De hecho, el estadounidense ganó nada menos que la medalla de oro de esos Juegos y, para mayor gloria aún de su legendaria hazaña, desde entonces todos los saltadores, salvo raras excepciones, comenzaron a utilizar la técnica conocida como "Fosbury Flop", como, por otra parte, era lógico que se denominara.

De alguna manera, aquella revolución en el salto de altura daba un poco la medida de las enormes ganas de cambio, de innovar y de expresar cosas distintas que tenían los jóvenes de finales de la década de los 60. Y quien dice salto de altura, dice música, moda o ideas, que el abanico de posibilidades no tenía límite.