¡Cambio tebeos!

Había pocos chicos y chicas a los que, en los años 50 y 60, no les gustaran los tebeos. Para ellos, los que más éxito tenían eran los de aventuras, como "El Capitán Trueno", "El Jabato" o "Hazañas bélicas". Eran, además, nuestros héroes nacionales, que por supuesto preferíamos a los que venían de fuera, como Superman o Capitán América.

A las chicas, en cambio, les encantaban más las historietas sentimentales que tan de moda se pusieron a finales de los 50, como "Sissi", inspirada en la película del mismo nombre, o "Claro de luna", que convertía en historia la letra de una canción popular.

Para poder tener nuestros tebeos favoritos y disfrutar leyéndolos, no era necesario, además, tener que comprarlos todos. Había tiendas en las que, por unos cuantos céntimos, podíamos cambiar los que ya habíamos leído por otros que aún no habíamos tenido el placer de hacerlo. También estaban, por supuesto, los intercambios de tebeos entre chicos o chicas, como si fueran cromos o chapas. Todos estos trueques nos permitían, desde luego, poder tener casi cada día un tebeo nuevo con el que emocionarnos y vivir inolvidables momentos.

Mención aparte merecen aquellos chicos o chicas que, ya de pequeños, daban buena muestra de sus aptitudes comerciales dedicándose ellos mismos a la compraventa de tebeos. En una simple cuerda, que colocaban en cualquier esquina, colgaban los tebeos y esperaban a que se aproximaran los pequeños clientes. El negocio, por cierto, les salía redondo. Probablemente alguno de aquellos precoces negociantes anden hay enfrascados en empresas del Ibex 35 o al frente de una gran empresa de importación-exportación.