Nada en la fresquera

Si hoy le dijeses a cualquiera que se imagine su vida sin una nevera le resultaría imposible, ¿qué haríamos con nuestro medio limón? ¿con la leche a medio tomar? pero lo cierto es que así es como se vivía antes. No teníamos nevera pero teníamos fresquera, que intentaba cumplir las mismas funciones. Era una alacena o armario que estaba en la cocina. Tenía dos puertas y una de las dos solía tener una red para que se aireara lo que estaba dentro. La nevera no era imprescindible, simplemente sólo se hacía la compra del día, nada de grandes compras semanales. Después llegó el "niño a por la barra de hielo!" y ahí que ibas a comprar hielo para meterlo en la fresquera, se agradecía, ¡sobre todo en verano!

Las neveras llegaron por fin a España en 1952, pero la economía no estaba para fiestas y muchos tardamos unos añitos más en poder hacernos con una. Hoy en día las fresqueras que se van encontrando se reutilizan para otras cosas, ya se sabe que ¡lo vintage está de moda!