Los eternos Rolling Stones

Está claro que los Rolling Stones siguen en plena forma. Y, claro, una vez más, la pregunta que uno se hace a continuación resulta casi inevitable: ¿Cómo es posible que tengan esa energía con más de 70 años? Por supuesto, la reflexión inmediata también es ineludible: ¡Pero si yo tengo menos y ya estoy para "chope"! Esta claro, desde luego, que "sus satánicas majestades" han hecho un pacto con el diablo o están a punto de firmarlo.

La verdad es que cuando, a mediados de los 60, a muchos nos sorprendieron con aquel impagable "Satisfaction", algo de esa fuerza desmedida intuimos, pero ni mucho menos imaginábamos lo que sucedería cincuenta años después. Además, qué podía esperarse de un grupo que se llamaba "las piedras rodantes". También es cierto que, en aquel momento, ya nos habían llegado los sonidos de cuatro chicos de Liverpool, que nos habían dejado enganchados a la música británica. Por cierto, ¿qué mente privilegiada le ponía nombre a estos grupos? Porque lo de "los escarabajos", o sea, The Beatles, también tenía guasa.

En fin, el caso es que el aterrizaje de los Rolling en España fue algo lento, pero impactante, sobre todo porque, además de su aspecto algo estrafalario, a los sonidos que entonces comenzaban a invadirnos desde fuera le añadían un toque rock que sirvió para desperezarnos.

Lo que, eso sí, no pudieron quitarse de encima durante muchos años fue su fama de "malotes", como si, en vez de un grupo de formidables músicos, para muchos fueran, en realidad, una panda de gamberros que lo único que querían era enarbolar la bandera de "sexo, drogas y rock and roll". De todo aquello, por cierto, lo que estuvo emocionante fue la rivalidad que mantuvieron con los Beatles, hasta la disolución de estos en 1970. De alguna manera era como la lucha entre el bien y el mal, es decir, los ángeles de Liverpool y los diablos de Londres; los chicos que en su vida han roto un plato y los que destrozan todo lo que encuentran a su paso. De hecho, el primer concierto de los Rolling en España fue, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, ¡el 11 de junio de 1976! ¿Sería que las autoridades de entonces tenían miedo a que nos contagiaran su maldad?

Cosas de la época, en fin, que el tiempo se encargaría de aclarar, especialmente cuando los buenos se separaron por desavenencias, y los malos, a pesar de muchas crisis internas, mantuvieron su pasión por la música, como bien demostran todavía en sus conciertos. Pues que la autoridad divina que sea los mantenga vivos muchos años más, y a ser posible que nos revelen el secreto de su "eterna juventud".