La encantadora Julie Andrews

Sería la edad probablemente, pero con apenas 10 años debo reconocer que estaba enamorado de Julie Andrews. Lo que no tengo muy claro es si quien me gustaba realmente era ella o más bien los personajes que interpretaba allá por mediados de los 60. Seguramente sería esto último, porque, a mi edad, era difícil no sentirse atraído por la guapa y encantadora Mary Poppins, aquella niñera con poderes mágicos que lo mismo te ponía firme que, sin venir a cuento, te cantaba "Con un poco de azúcar", "Migas de pan" o "Supercalifragilisticoexpialidoso. Desde luego, en aquel tiempo, hubiera deseado con todas mis fuerzas ser un revoltoso incontrolable, y que mis padres no hubieran tenido más remedio que llamar a una niñera como aquella. ¡Pero para niñeras andábamos en casa!

Pero la historia no quedó ahí porque, cuando la fiebre Mary Poppins, digo, Julie Andrews, parecía haber remitido, va y se estrena iSonrisas y lágrimas, y la fiebre vuelve a subir. A propósito de este película musical, también debo reconocer que, aunque a muchos les siga pareciendo que es algo o muy melosa, todavía hoy no he perdido mi debilidad por ella. Y no solo porque la protagoniza Julie Andrews, lo que entonces era razón suficiente para sentirse atraído por ella, sino por la deliciosa historia de la familia Trapp, su fantástica música y sus momentos de comedia, enredos y melodrama. Será que me estoy haciendo mayor, ¿o alguien piensa como yo?