Protocolos de seguridad en las residencias

Ahora lo más importante es la seguridad de nuestros mayores. Y en ello trabaja día tras día el sector de las residencias. Gobierno central, comunidades, asociaciones y, por supuesto, el personal de los centros de mayores tienen como máxima prioridad proteger a los residentes de la COVID-19, y para ello han activado protocolos de seguridad que se revisan y actualizan constantemente según la evolución y necesidades de cada una de ellas.

En Madrid, por ejemplo, la Dirección General de Salud Pública y Dirección General de Coordinación Sociosanitaria Consejería de Sanidad acaba de elaborar un nuevo protocolo antiCOVID para las residencias de mayores en la región que incluye el rastreo y seguimiento de personas que han mantenido contactos con casos positivos. El Gobierno de Aragón, por su parte, ha vuelto a extremar las medidas de seguridad en las residencias y los hogares de mayores; los hogares se cierran (salvo algunos servicios) y en las residencias los paseos no se podrán hacer fuera del centro. Y la Diputación de Valladolid ha creado un grupo de trabajo especializado para velar por la seguridad en los centros de mayores.

A nivel particular, las residencias extreman al máximo los cuidados. Es el caso de ORPEA (imagen), donde se han retomado las actividades y terapias, al mismo tiempo que han implantado nuevas medidas de protección, prevención y cuidados frente a la COVID-19 y han formado y concienciado a su equipo profesional para atender y proteger la salud de todos los residentes.

Paralelamente, El Círculo Empresarial de Atención a las Personas ha puesto en marcha una campaña de concienciación social con el objetivo de recordar a los jóvenes la necesidad de protegerse ante la COVID-19 para garantizar su seguridad y la de las personas más vulnerables en la pandemia, las personas mayores.

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