¿Por qué se divorcian los séniors (y cada vez más)?

No envejecer juntos. Esa es la elección de más y más parejas de personas mayores casadas. La tasa de divorcio después de más de treinta y cinco años de matrimonio se ha multiplicado por nueve en cuarenta años, y el número de separaciones entre los mayores de 60 años se ha duplicado en diez años. Una curiosidad: en el 60% de los casos, son las mujeres quienes inician la separación.

Una mayor esperanza de vida y la independencia financiera de las mujeres son sin duda dos factores que tienen mucho que ver con esta tendencia. Si bien para algunos la jubilación es una oportunidad para unirse más y planificar más actividades juntos, para otros, sin embargo, esta nueva fase hace más evidente la distancia que se ha establecido entre los dos a lo largo de tantos años. Algo que aprovechan al máximo los sitios de citas, cada vez más orientados al consumidor sénior.

En lo que respecta al número creciente de divorcios, el dinero suele ser un factor determinante. Las mujeres de la generación del baby boom están en una posición financiera que les permite "independizarse" porque han trabajado, algo que raramente sucedía con sus madres. Eso, sumado a que muchas veces también perciben una pequeña herencia de sus padres.

Para otros muchos, la vida ha girado en torno a los niños. Y de repente, cuando salen de la casa, la evidencia es obvia: ¡No tengo nada que ver con mi marido! La idea es necesariamente rehacer su vida, conocer a alguien, disfrutar de la libertad... En definitiva, no perder ni un minuto más en la búsqueda del objetivo final de la vida: la felicidad.