Bengala

La raza Bengala se caracteriza por tener un pelaje corto y suave como la seda. Gracias a estas características, los cuidados específicos del animal no revisten demasiadas complicaciones. Bastará con algún cepillado esporádico.

De temperamento vivaz, el gato de Bengala muestra siempre buena disposición para el juego y disfruta saltando y brincando por todos los rincones accesibles de la casa. Estos gatos también hacen gala de unos reflejos muy rápidos que heredaron de sus ancestros salvajes. Aunque es amigable, las personas no deben acercarse a estos gatos en tono amenzador, ni tampoco enfrentarse a él.

Origen:

La generalización del gato de Benagala no fue tarea fácil. Se buscaba un gato bonito, de aspecto salvaje y con temperamento dócil. Este era el desafío de Jean Mill, habitante de California. Formada en psicología y graduada en genética, Jean siempre fue una amante de los gatos.
En el año 1963 compró un Leopardo Asiático, pequeño felino salvaje original de Malasia e India. Comenzó a cruzarlo con un gato doméstico, generando animales híbridos. Tras muchas cruzas, algunos ejemplares comenzaron a ser fértiles. La raza se comenzó a estabilizar a partir de entonces, aunque hubo que esperar hasta 1992 para que se reconociera de forma oficial.