Burmés

Descripción:
El Burmés es un gato mediano; musculoso y compacto. La cabeza es redondeada y tiene los pómulos salientes. Los ojos están muy separados y son expresivos, preferiblemente de color miel. Su pelo es corto, brillante y de textura sedosa. Los colores que se admiten son: marrón, azul, chocolate, lila, rojo y crema. La pigmentación debe ser máxima en la grupa y más clara en el vientre.

Origen:
Existen numerosas leyendas del siglo XV que relacionan a este gato con el que existía en los monasterios birmanos, aunque estaba muy extendido también por Tailandia. La raza quedó oficialmente reconocida hacia los años 50, tanto en Estados Unidos como en Europa.

Temperamento:
El Burmés es un gato curioso e inteligente. Posee un carácter encantador; juguetón y comunicativo aunque poco ruidoso. Disfruta mucho de la compañía humana, reclamará su dosis diaria de juegos y mimos.

Compañero ideal:
Esta raza es perfecta para la convivencia con niños y con otros animales, es cariñoso y se adapta bien a diferentes ambientes.