Peonías, belleza milenaria

Existen dos tipos de peonías: las herbáceas y las arbóreas. Las herbáceas, o vivaces, florecen en mayo y forman matas compactas de 45 a 90 centímetros de altura. Como todas las vivaces pierden la parte aérea tallos y hojas durante el invierno y permanecen bajo tierra, en estado latente, para volver a brotar en primavera. Por el contrario, las peonías arbóreas son plantas de estructura leñosa y hoja caduca, que con el tiempo se convierten en tupidos arbustos de dos, incluso tres, metros de altura. Su floración es también más temprana: aparece a principios de abril.

Especies mediterráneas

Las peonías empezaron a cultivarse hace 2500 años en los jardines imperiales de China, pero también forman parte del paisaje mediterráneo, cuna de casi todas las especies herbáceas. El discípulo de Aristóteles Teofastro describió las virtudes medicinales de la Paeonia officinalis, y su eficacia en caso de convulsiones y trastornos musculares. De flores rojas, es una especie muy común en la península ibérica, el sur de Francia, Italia y los Balcanes. También hay que destacar la P. broteri, rosa pálido, que crece silvestre entre Gredos y Portugal. La P. cambessedesii, rosa carmín, en las Baleares, sobre todo en el norte de Mallorca; y la P. coriacea, amarilla, frecuente en Andalucía y Marruecos.

Cultivo de peonías

• Tipo de suelo: Las peonías son plantas acomodaticias, capaces de adaptarse a diferentes climas y suelos siempre que no falte un buen drenaje que evite el encharcamiento.

• Temperatura: Ultrarresistentes, algunas especies soportan hasta 30 grados bajo cero.

• Longevidad: Son también excepcionalmente longevas, pueden vivir entre 25 y 50 años en el mismo lugar. Por ello y porque no les gusta cambiar de sitio, es muy recomendable elegir con cuidado su ubicación para no tener que trasplantarlas.

• Ubicación: Florecen profusamente si están plantadas a pleno sol, aunque en zonas muy cálidas, como Levante o Andalucía, es preferible colocarlas a media sombra para que no se achicharren. Siempre en posición resguardada, sobre todo, cuando se trata de especies arbóreas, de floración temprana y más sensibles, por tanto, a las heladas tardías.

• Plantación: El otoño es la mejor época para hacerlo. Antes hay que trabajar la tierra enriqueciéndola con abono orgánico descompuesto o mantillo, y asegurándose de que drena bien.

• Profundidad: Es otro aspecto decisivo para el buen desarrollo de la planta. La corona (la parte superior de las raíces) ha de quedar firmemente sujeta, pero no a demasiada profundidad, 2,5 cm es la hondura óptima según los expertos.

• Humedad: Las especies mediterráneas aguantan la sequía mejor que los híbridos; estos requieren una humedad ligera, pero constante.

• Poda: Los tallos de las peonías herbáceas se cortan en otoño a ras del suelo. Las arbóreas no requieren una poda sistemática, basta con recortar las ramas secas a finales de invierno. Sí es recomendable una poda corta o de rejuvenecimiento, pero solo cada 8 ó 10 años.

• Multiplicación: La forma más sencilla de reproducir las peonías es por división de mata. Se realiza en verano cuando la planta se encuentra en período de reposo. Es una operación muy fácil de realizar que consiste en dividir la mata en dos o tres partes, según su grosor. Solo hace falta una navaja bien afilada y mucho cuidado para no dañar las raíces.

Texto y fotos: Pilar Gómez-Centurión