Labrador Retriever

Descripción:
De fuerte constitución, sólido y de gran dureza, el Labrador Retriever es un perro de tamaño mediano, de aspecto noble y atento con una expresión franca, inteligente y muy dulce.
Posee unas mandíbulas potentes y unos ojos de tamaño medio, de color marrón o avellana y unas orejas no muy grandes que cuelgan contra la cabeza del perro.
Su pelaje es corto, apretado, sin ondulaciones, relativamente duro, de color negro, castaño o amarillo. Su subpelo es resistente al agua.

Origen:
Su procedencia se sitúa en Estados Unidos o Canadá. Para algunos, fue en Estados Unidos donde el Labrador Retriever fue creado para recuperar piezas a los cazadores. Para otros, procede de las costas de Labrador (Canadá), y era utilizado por los pescadores de bacalao para recuperar grandes peces que caían al mar después de la captura. Es introducido en Inglaterra alrededor de 1820 y fue rápidamente apreciado por sus óptimas cualidades para la caza, por lo que su popularidad creció rápidamente. La mezcla de aquellos perros traídos por los pescadores con otras razas, entre ellas el Pointer, dieron origen al Labrador tal y como lo conocemos hoy. El reconocimiento oficial de la raza llegó a principios del s. XX.
En la actualidad, además de ser uno de los animales de compañia más queridos, es utilizado como perro de policía, en detección de bombas y minas, además de ser excelente cazador y un extraordinario guía para personas invidentes.

Altura/Peso:
Macho: entre 56 y 57 cm. y de 25 a 35 kilos de peso, aunque algunos pueden superar los 40.
Hembras: de 55 a 56 cm. y de 25 a 35 kilos de peso.

Temperamento:
Labrador Retriever es un perro muy inteligente y dotado de un carácter suave y equilibrado que lo lleva a encariñarse con su hogar. Es cariñoso y obediente y se muestra constantemente dispuesto a complacer a sus amos, al tiempo que resulta sumamente útil como defensa contra los extraños. Estamos ante una raza mucho más apropiada para la vida al aire libre que para la vida en la ciudad.

Compañero ideal:
Aunque su raza es más apropiada para la vida en el campo que en la ciudad, el Labrador Retriever precisa de un dueño dedicado a su atención, porque esta raza no soporta la soledad.
Por lo demás, está sumamente capacitado para convivir con niños.