Rottweiler

Descripción:
Es una raza grande, de aspecto robusto, fuerte, bien proporcionado y compacto. Su cabeza es de longitud mediana y su hocico profundo y amplio, con la trufa negra. Orejas caídas, pequeñas y con forma triangular. Su pelaje es negro con marcas pardo-rojizas bien delimitadas y situadas bajo la cola, en hocico, mejillas, garganta, pecho y extremidades, principalmente. Sus ojos son de tamaño mediano, almendrados y el iris, de color uniforme desde castaño mediano hasta oscuro.

Origen:
Aunque parecen de origen alemán, concretamente de la región de Rottweil, existen diferentes hipótesis sobre su procedencia. La más aceptada es que sus antecesores eran perros tipo mastín que acompañaban a los romanos durante sus invasiones. Los antepasados de los actuales Rottweiler eran utilizados como perros protectores y guiadores de ganado. Especialmente por los carniceros, de quienes se dice que, en sus salidas de la ciudad para buscar ganado, guardaban el dinero en un pequeño bolsillo atado al collar de sus perros. También se usaban como perros de tracción.

Altura/Peso:
Machos: de 61 a 68 cm. de altura y unos 50 kilos de peso.
Hembras: de 56 a 63 cm. de altura y unos 40 kilos de peso.

Temperamento:
El Rottweiler es sobre todo un perro de guarda y defensa que debe adiestrarse de forma autoritaria. Son en general perros muy seguros de sí mismos. Su mirada, fija y penetrante, muestra que no se deja impresionar fácilmente. Su comportamiento inspira seguridad: es poco nervioso y valiente.

Compañero ideal:
Es importante que el dueño tenga resistencia física y un buen jardín vallado para proporcionarle ejercicio. Además conviene tener tiempo para dedicarle. En cualquier caso, un Rottweiler bien criado, educado en el seno de una familia, es tan digno de confianza con los niños como el mejor de los perros, aunque su peso puede no hacerlo aconsejable.