Mondariz, baño de naturaleza
Recuperar el ritmo natural de las cosas, responder a la llamada de la tierra, restaurar el equilibrio de cuerpo y mente... una estancia en este mágico rincón de galicia es disfrutar de unas vacaciones hechas a la medida del hombre.
Hay un puñado de rincones en la Tierra que han destilado siempre una atracción tan misteriosa como inagotable. Mondariz (Pontevedra), en la cabecera del valle del río Tea, es uno de ellos. Enterramientos de la Edad del Bronce («mámoas», como las de Campo de Mouro y Fontefría), petroglifos (como los de Mouriscado y Toutón), restos celtas, puentes y vías romanas, castros (hay una docena en los alrededores), monasterios (como los de Riofrío, Casteláns o Angoares), fortalezas (como la de Sobroso), y una historia plagada de luchas por poseer este lugar primigenio... son la prueba de una fascinación que hoy en día sigue atrayendo a miles de visitantes al año, en progresión creciente.
El agua, en todas sus formas, es quizá ese nexo con la tierra que el hombre ha venido siempre a buscar a este lugar. Y es que todo en Mondariz -tanto Mondariz como Mondariz Balneario, que conforman el Concejo de Mondariz- está marcado por el agua. Está la humedad atlántica del propio aire, impregnado de salitre de las cercanas Rías Bajas, está la de los musgos jugosos de sus bosques, están las aguas del Tea, hoy surcada por piragüistas, senderistas, pescadores de truchas y bañistas -Mondariz tiene ahora hasta una flamante playa fluvial- y, sobre todo, está el agua vivificante del subsuelo.
Porque la naturaleza ha querido que toda el agua que circula por las venas de estas tierras privilegiadas tengan propiedades mineromedicinales. De ahí que hoy Mondariz sea sinónimo de aguas bienhechoras y de balneario, es decir, de un tipo de turismo totalmente ajeno a otros lugares más estresados y manidos.
Aguas curativas
El actual balneario (Meliá Balneario Mondariz) es una versión renovada del mítico Gran Hotel, que acabó devorado por las llamas en 1973 y con los restos de un estilo de vida en el que el glamour era sinónimo del «dolce far niente». Agua en botella, en chorro, en hidromasaje, en sauna, en vapor, versiones de baños celtas..., todas las propiedades sanadoras del agua potenciadas por técnicas modernas se aplican hoy en este centro termal a parroquianos nacionales y foráneos, algunos de ellos con nombres muy conocidos, pero que D. Enrique Mas Cassel, director del centro, nos ruega no revelar «porque la tranquilidad y la libertad de movimientos son lo que más aprecian nuestros clientes» y porque «ya en 1890, doña Emilia Pardo Bazán decía que uno viene a Mondariz para curarse de los estragos del pensamiento y los males de la civilización».
Aunque la «declaración de utilidad pública» de las aguas de los manantiales de A Gándara y Troncoso data de 1873, la fama benefactora del agua no es nueva. Dicen que, ya en 1282, Mondariz fue escenario de la boda de D. Dionisio I de Portugal con la infanta Isabel de Aragón (la que luego sería Santa Isabel de Portugal) y que el paraje -conocido entonces como Troncoso- fue elegido justamente en busca de alivio para los problemas de salud que padecía la bella infanta.
El antiguo balneario
A finales del siglo XIX, con la casa de baños y el Gran Hotel ya en marcha, Mondariz fue cita elegante de aristócratas, burgueses e intelectuales de la época, y sus animadas tertulias, bailes y cenas fueron fuente de inspiración de escritores, pintores y siguen siéndolo hoy de guionistas de cine y novelistas nostálgicos.
El marco era sin duda sublime. Con una bellísima decoración modernista -las tapicerías fueron traídas directamente de Liberty de Londres y los espejos se encargaron a Pereantón, de Madrid-, el Gran Hotel ofrecía a sus clientes un paquete de entretenimientos con todos los signos del cosmopolitismo de la época: campos de «lawn» tennis (tenis sobre hierba), jardín botánico con especies exóticas, orquesta de baile, imprenta, temporada de ópera, centro financiero (para recibir información diaria de las cotizaciones de Bolsa)... y hasta moneda propia para uso interno, pero que llegó a ser admitida en comercios de la zona. Un auténtico pequeño país cuya organización extraña menos cuando se revisan los cuadernos de huéspedes de la época y se descubre en ellos a personajes tan encumbrados como el general Primo de Rivera, Isaac Peral, el que fuera premio Nobel de Literatura José Echegaray, el escritor y político Castelao...
Gastronomía
La gastronomía del lugar -con mariscos y pescados de la cercana costa, carne y productos de la huerta locales, vino de O Condado y de otras zonas de Galicia- ha sido siempre un valor añadido a la lista de atractivos. La propietaria del restaurante El Refugio, Marina Cruces Argamala, recomienda encarecidamente «probar platos locales, como los callos, el cocido, el cordero y, en otoño, la lamprea y la angula, todo regado por nuestro vino... para poder hacer sitio a los postres caseros y a las típicas rosquillas y melindres de la zona».
Más razones
Otro plus para veraneantes es la escasez de lluvias estivales común al valle del Miño (del que el río Tea es afluente) y temperaturas más altas que en el resto de la cornisa cantábrica. «Hospitalario, profundo y mágico, Mondariz es un lugar en el que la naturaleza y el sonido del agua se han aliado para propiciar el descanso del cuerpo y la mente», sentencia José Antonio Lorenzo, que es alcalde de Mondariz desde 1983. En este mundo tan desquiciado, nada puede sonarnos mejor.
Texto: Guadalupe Bengoa. Documentación: Pilar Quiroga.
El agua, en todas sus formas marca carácter al Concejo de Mondariz, rico en aguas de propiedades mineromedicinales
Todas las propiedades sanadoras del agua, potenciadas por técnicas modernas se aplican hoy en el centro termal a parroquianos nacionales y foráneos.
Los enterramientos de la Edad del Bronce, los monasterios y sus fortalezas atraen a un turismo creciente cada año
La gastronomía del lugar –con mariscos y pescados de la cercana costa, carne y productos de la huerta locales y vino de O Condado– suponen un valor añadido.
Un hotel con historia
Domingo Blanco Lage, Enrique Peinador y su hermano Ramón fueron los visionarios que convirtieron Mondariz en uno de los centros de hidroterapia más importantes del mundo. Inaugurado en 1994, el Hotel Meliá Balneario Mondariz -antiguo Gran Hotel a finales del s.XIX, frecuentado por artistas, aristócratas y alta burguesía, y que acabó devorado por las llamas en 1973- dispone hoy de 138 habitaciones dobles, 7 suites, piscinas, gimnasios, saunas, salas especiales de tratamientos, un gran campo de golf, equitación, escuela de ajedrez y todos los servicios de un hotel de lujo.
Artesanía familiar
La cestería y los trabajos en madera tienen gran tradición en Mondariz. Con madera de sus robles, castaños y sauces, los cesteros de Mondariz elaboran cestos, cestas y «cestiños» que tienen mucha aceptación entre los visitantes. Antonio Campelo Alfalla, 74 años, actual alcalde del barrio de San Pedro de Mondariz-Balneario es cestero desde los 13 años, y sigue vendiendo sus productos y «disfrutanto de esta antigua profesión que me enseñó mi padre y que no debería perderse».
Guía práctica
Cómo llegar
Autovía «Rías Baixas» A-52. Tramo Vigo-Orense (salida 294), dirección Puenteareas-Mondariz.
Aeropuertos de La Coruña, Santiago de Compostela y Vigo.
Situación
Se encuentra a 35 km de Vigo, a 58 de Pontevedra, a 130 de Santiago de Compostela y a 150 de Oporto.
Información:
- Turgalicia. Tel.: 981 542 527 o www.turgalicia.es
- Asociación Gallega de Turismo Rural. Tel.: 986 581 416.
Alojamientos
- Camping A Freixa. Tel.: 986 375 694.
- Hotel Meliá Balneario Mondariz. Tel.: 986 656 156 o www.solmelia.com
- Hostal Villa Flora. Tel.: 986 656 108.
Dónde comer
El Refugio. Tel.: 986 656 564.
Atalaya. Tel.: 986 662 335.
La Fuente. Tel.: 986 640 932.
POR QUÉ NOS GUSTA...
Por sus aguas termales, por la naturaleza en estado puro y por la amabilidad de sus gentes.
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