Museo vasco de Bilbao

Este museo se halla enclavado en el Casco Viejo de Bilbao, en un edificio de estilo barroco que fue construido para ubicar una iglesia y Colegio de los Padres Jesuitas.

En 1921, y ocupando la planta baja, se abre al público el Museo Arqueológico de Vizcaya y Etnográfico. Poco a poco, el museo irá ocupando los edificio anexos y aumentando sus colecciones, que abarcan la arqueología de Vizcaya y la etnohistoria del País Vasco, entendido éste en una concepción cultural que traspasa los límites de la Comunidad Autónoma actual.

Al valor intrínseco del edificio, con un claustro central, se une la riqueza de las colecciones que custodia, desde los vestigios más remotos del solar vizcaíno, hasta los testimonios de los modos de vida tradicionales del pueblo vasco.

La exposición permanente se distribuye en cuatro plantas:
Planta baja.
Con salas dedicadas a las laudas sepulcrales y heráldica. En el claustro, se encuentra una escultura original de un Mikeldi que data de la edad de hierro.
En esta planta hay también un espacio reservado para las exposiciones temporales.

Planta primera.
Con exposiciones sobre los vascos y el mar, la cultura pastoril, la cerámica, el textil y las armas (con vitrinas sobre la Guerra Civil y las guerras carlistas).

Planta segunda.
Dedicada a la Prehistoria y la Arqueología de Vizcaya.

Planta tercera.
En esta última planta puede verse una reproducción de una sala del Consulado de Bilbao y una impresionante maqueta a escala de la provincia de Vizcaya.
La exposición se completa con las piezas del mobiliario popular y culto repartidas por todo el museo.