Tesoros sumergidos de egipto

La exposición Tesoros Sumergidos de Egipto ofrece las maravillas de las profundidades de tres yacimientos: Alejandría, Heraclion y Canopo, perdidos bajo el mar como consecuencia de desastres naturales.

Los tesoros sumergidos permanecieron durante siglos, cubiertos por sedimentos llevados por el Nilo y protegidos por los revestimientos que éstos formaron sobre ellos. En 1992 el Instituto Europeo de Arqueología Submarina (IEASM) comenzó a realizar excavaciones submarinas bajo la supervisión de Franck Goddio, conjuntamente con el Consejo Superior de Antigüedades de Egipto.

Esta extraordinaria colección, nunca vista anteriormente, es ahora propiedad del Estado egipcio. Un acuerdo firmado por las autoridades de Egipto y el IEASM ha permitido que, durante un periodo de dos años, estas piezas puedan viajar y mostrarse en exposiciones; primero en Berlín y Bonn, durante algunos meses en París, y ahora en Madrid, en el antiguo Matadero de Legazpi. Cuando regresen a su tierra natal, Franck Goddio confía "en que se puedan agrupar en un único lugar, y ser exhibidos al público egipcio".

Piezas clave
Rememorando 1500 años de la historia del antiguo Egipto, desde el 700 a.C. hasta el 800 d.C., la exposición abarca los periodos de las últimas dinastías faraónicas, de las Épocas Ptolemaica, Romana, Bizantina e inicios de la Islámica.

Entre los tesoros está la estatua más alta de Hapi, dios de la crecida del Nilo -símbolo de fertilidad y abundancia- hasta ahora descubierta en Egipto. Con unos 2000 años de antigüedad, rivaliza con las colosales esculturas de granito rosa de un rey y una reina, con más de cinco metros de altura, cada una.

Entre los testimonios de la riqueza de esta civilización encontraremos también una cabeza del dios Serapis, con reminiscencias de Zeus y de Osiris; joyería y monedas de oro, cerámica...