Cosas nuevas sobre el colesterol

1. Conoce los nuevos nivelesde colesterol

Hace pocas décadas, lo importante eran los niveles de colesterol total. Niveles sanguíneos de 240 mg/decilitro se consideraban normales. Luego, el famoso Estudio Framingham (el mayor de su género) sorprendió al mundo demostrando que al menos la mitad de las víctimas de ataques cardiacos tenían niveles menores de 240. Hoy, lo deseable es tener menos de 200 mg/dl de colesterol total (incluso 180 mg/dl para reducir el riesgo al máximo).

2. Objetivo: reducir el LDL

Como el colesterol no se disuelve en agua, necesita sustancias -llamadas lipoproteínas-para viajar por la sangre (agua en su mayor parte). A medida que han avanzado en el conocimiento del colesterol, los científicos han derivado su atención hacia las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol malo. Vieron que cuando el LDL se oxida, se pega (como la cal a las tuberías) al recubrimiento interior de las arterias que riegan el corazón, el cerebro, los tejidos del organismo...reduciendo su diámetro y sentando las bases para que se produzcan ataques cardiacos o cerebrales o una enfermedad vascular periférica.

3. Buscar cifras seguras

Según las recomendaciones actuales, las personas con bajo riesgo coronario deberían tener niveles de LDL menores de 130. Las personas de riesgo o con enfermedad coronaria deberían rebajar esa cifra al máximo, incluso por debajo de 100.

4. Aumentar el HDL

Las estatinas han revolucionado el tratamiento de las tasas altas de LDL. Son muy eficaces si se combinan con una dieta sana y ejercicio regular. Sin embargo, no son relevantes en la última, y quizá más importante, preocupación acerca del colesterol: la necesidad de aumentar las tasas de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno".

5. En busca del nuevo objetivo

El HDL actúa en realidad como un desatascador de tuberías, llevando el colesterol de las paredes arteriales hasta el hígado, desde donde se elimina. Si las tasas de LDL deben ser lo más bajas posible, cuanto mayores sean los niveles de ese "desatascador" que es el HDL, tanto mejor... y ello aunque signifique que las tasas de colesterol total superen la cifra de 200. De hecho, bajos niveles de HDL (menores de 40 mg para los hombres y menores de 50 mg para las mujeres, que solemos tener niveles de HDL más altos que los varones) están asociados con un mayor riesgo cardiovascular. (Los cardiólogos saben bien que el "síndrome de la longevidad"-como se define al "secreto" que tienen las personas que llegan a 90 años sin evidencia de enfermedad coronaria-- suelen tener niveles especialmente altos de HDL.) Hoy se sabe incluso que bajos niveles de HDL suponen mayor riesgo de enfermedad coronaria e infarto que altos niveles de LDL. ¡De hecho, por cada miligramo extra de HDL, el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular se reduce en un 3%.

6. Interiorizar las 3 propiedades del HDL

Además de ayudar al organismo a eliminar el colesterol malo, el HDL protege de tres maneras decisivas:

1. Actúa como un antioxidante, impidiendo la oxidación del LDL.
2. Actúa como un antiinflamatorio, contrarrestando lo que se considera hoy una de las causas principales de la enfermedad cardiovascular: la inflamación.
3. Tiene propiedades antitrombóticas, lo que quiere decir que evita que coágulos de sangre obstruyan las arterias y produzcan anginas de pecho, infartos y trombosis.

7. Seguir la pista a los nuevos tratamientos

La necesidad de crear fármacos capaces de aumentar los niveles de HDL es uno de los mayores objetivos de la industria farmacéutica en la actualidad (las estatinas aumentan un poco dichos niveles, quizá un 5%-10%, pero no lo suficiente como para proteger a personas con tasas bajas de HDL).

Los medicamentos existentes que más aumentan las tasas de HDL son los que contienen niacina (de liberación rápida y en altas dosis, no la niacina vendida como vitamina). Estos fármacos aumentan los niveles de HDL en un 15%-30%, y son especialmente útiles para aumentar las partículas más grandes de HDL, las más eficaces a la hora de "limpiar" las arterias. Los otros fármacos utilizados son los fibratos, empleados para reducir los niveles de triglicéridos pero que aumentan el HDL en un 10%-20%.

Hoy, muchos médicos recetan estatinas en combinación con niacina o fibratos para aumentar los niveles de HDL. No es la solución ideal, ni mucho menos, porque la combinación de estatinas/niacina puede provocar problemas hepáticos y la de estatinas/fibratos aumenta significativamente el riesgo de daños musculares, una complicación poco frecuente pero seria de las estatinas.

8. Adoptar un estilo de vida cardiosaludable

La buena noticia es que no hay por qué recurrir a los fármacos para mejorar el perfil lipídico (niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre). Estos consejos pueden conseguirlo:

• Empieza a incluir algún tipo de ejercicio aeróbico (que exija acelerar un poco el ritmo cardiaco) en tu rutina. Caminar a paso rápido, correr, montar en bici, nadar, bailar... son buenas opciones, siempre que se practiquen entre media y una hora, un mínimo de 4 veces por semana. La duración es casi más importante que la intensidad.
• Si tienes exceso de peso, adelgazar puede aumentar tus niveles de HDL.
• Si fumas, dejar el tabaco aumentará tus niveles de HDL entre un 15% y un 20%.
• Una auténtica dieta mediterránea -rica en frutas y verduras, pescados, legumbres y cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva-- está relacionada con altos niveles de HDL.
• Consumir pocas harinas refinadas (en bollería, pastelería y panadería elaborada con harina blanca) también aumenta los niveles de HDL.