Consulta al endocrino

¿Cuándo es necesario consultar a un endocrinólogo?

La consulta al médico especializado en Endocrinología y Nutrición se hace sobre todo por cuestiones relacionadas con el peso, sea por exceso o por defecto (tanto si el problema es real como si se trata solo de una opinión subjetiva). Se consulta a todas las edades, pero, cada vez más, los niños también necesitan ayuda para cambiar u organizar mejor las comidas y equilibrar la alimentación. Después de los cincuenta años, las consultas a menudo están relacionadas con problemas de colesterol o de diabetes. La diabetes de tipo 2 se debe generalmente a un exceso de peso que se tiene que intentar controlar con ayuda de un especialista. Perder algunos kilos permite también, entre otras cosas, aliviar los problemas de artrosis o de reumatismos, más frecuentes a medida que avanza la edad.

¿Cómo se desarrolla la primera consulta?

La consulta inicial suele durar entre 45 minutos y una hora. Se trata de que el paciente responda a un test que revele sus hábitos alimentarios: lo que come y bebe y en qué cantidades, y también lo que nunca come por diferentes razones: por algún régimen seguido anteriormente, por tomar algún medicamento contraindicado, por alergias, etc.

Al endocrinólogo también le interesa conocer el historial del problema que ha llevado al paciente a acudir a la consulta y saber si existen antecedentes familiares (obesidad, infarto...). Y finalmente, sobre todo en los casos de sobrepeso, el especialista necesita saber lo que el paciente espera de la consulta, con el fin de fijar con él un objetivo razonable.

Si, por ejemplo, una persona que pesa 120 kilos quisiera perder 50 inmediatamente, pondría en peligro su salud. Lo adecuado sería ponerse de acuerdo sobre una meta posible en un primer momento: por ejemplo, llegar a los 110. Después, una vez logrado y estabilizado este primer paso, podrían iniciarse otras etapas hasta llegar a un peso estable.

Al endocrinólogo le interesa mucho informarse sobre los gustos del paciente y tenerlos en cuenta en el programa de alimentación propuesto, porque así tendrá más posibilidades de éxito.

¿Qué se examina durante la primera consulta?

Además de recabar toda la información, se pesa al paciente, se le mide la cintura y se observa cómo tiene repartida la grasa. Esta no se acumula en las mismas zonas en los hombres que en las mujeres. En ellas, sobre todo, se deposita en torno a las caderas y las nalgas; se habla en este caso de obesidad «ginoide». En los hombres, se acumula fundamentalmente en la zona del abdomen; es la obesidad «androide». Esta grasa acumulada en el abdomen y en la cintura conlleva más complicaciones para la salud.

El endocrinólogo también podría hacer una medición específica con un equipo especial. El equipo de bioimpedancia es un aparato electrónico que mediante dos electrodos fijados en un brazo y un pie aplica una corriente eléctrica de baja intensidad que atraviesa el cuerpo (totalmente indolora).

Como la corriente no se transmite con la misma facilidad por las partes grasas que por las magras (músculos y agua), el procesador puede calcular la relación entre la masa magra y la masa grasa y establecer cómo están repartidas por el cuerpo. Esta medición es interesante, por ejemplo, en el caso de las personas con bastante musculatura, ya que suelen tener un peso relativamente alto sin que por ello tengan un problema de sobrepeso por exceso de grasa. En su caso, el equipo de bioimpedancia muestra que no está justificado buscar una pérdida de peso.

El endocrinólogo también hará un examen clínico básico, midiendo la tensión arterial auscultando al paciente. Además, si no se ha hecho ya, pedirá un análisis de sangre para comprobar los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar.
La información sobre los hábitos de alimentación es suficiente para que el especialista sepa si existen deficiencias en alguna vitamina o sustancia nutritiva que hay que corregir.

¿Cuántas veces hay que acudir a la consulta posteriormente?

El número de visitas al endocrinólogo dependerá de varios factores, tales como el motivo de la consulta, el estado de salud, de la motivación, de los resultados conseguidos, etc. En principio, bastará con dos o tres visitas cada dos o tres meses, el tiempo necesario para que puedan tener efecto las nuevas recomendaciones. Después, cuando el paciente domina el plan dispuesto por el especialista, con una visita de vez en cuando al médico generalista bastará para controlar su estado. En el caso de tener tasas altas de colesterol, por ejemplo, si el régimen y el tratamiento muestran que los niveles están normalizados, bastará con una revisión anual del médico de familia. Igualmente para los casos de diabetes: si se ha logrado controlar el problema, el médico de familia ordena un análisis de sangre al año o cada seis meses para verificar los niveles de «hemoglobina glicosilada», que refleja el nivel de glucemia de los dos últimos meses. Si todo está normal, basta con seguir cumpliendo escrupulosamente las indicaciones dietéticas recibidas. Si, por el contrario, el paciente ha vuelto a engordar, es muy recomendable consultar al médico de familia o al endocrinólogo.

Marie-Claude Berière, doctora nutricionista del hopital Bichat de París y Brigitte Coudray, dietista