Diabetes juvenil y diabetes de adultos

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Vídeo: ¿Por qué se produce la diabetes?
Para entender la diferencia es preciso comprender el papel de dos moléculas en el organismo: la glucosa y la insulina.

- La glucosa es la principal fuente de energía del organismo. Cualquier persona que tenga niveles de glucosa en ayunas superiores a 126 mg/dl es considerada diabética. Se consideran niveles normales en ayunas los comprendidos entre 70 mg/dl y 110 mg/dl.
- La insulina es una hormona producida por células del páncreas cuyo papel es «sacar» la glucosa al exterior de la sangre y hacerla llegar a diferentes células del organismo. Cuando los niveles de glucosa en sangre aumentan (lo que ocurre cuando comemos), el páncreas bombea más insulina para mantener estables los niveles sanguíneos de glucosa.
- La diferencia entre la diabetes juvenil (del tipo 1) y la diabetes de adultos (del tipo 2) es que, en la primera, los altos niveles de azúcar se deben a que el páncreas se vuelve incapaz de producir insulina. Por eso, las personas con diabetes 1 deben administrarse inyecciones de insulina para controlar la diabetes . En el caso de la diabetes 2, el páncreas sigue produciendo insulina, pero el organismo no responde debidamente a ella. Esa situación se conoce como «resistencia a la insulina»

Una de las explicaciones de por qué se produce la resistencia a la insulina es que, a lo largo de la evolución del ser humano en el Planeta, desarrolló genes para adaptarse a épocas de penuria y de falta de alimentos, pero no desarrolló genes para «gestionar» una dieta siempre hipercalórica y, a la vez, rica en azúcares y harinas refinadas porque, a lo largo de la evolución, nunca se vio en esa situación hasta ahora.

El problema es que estos alimentos, muy fáciles de digerir, provocan subidas de azúcar muy marcadas («picos de azúcar») en el organismo, que requieren grandes cantidades de insulina. Esa demanda constante de insulina al páncreas y esas altas tasas de insulina crónicas harían que, finalmente, el organismo no respondiera debidamente a dicha hormona.

- ¿Cuál es la mejor estrategia para evitar la resistencia a la insulina? Sin duda, utilizar los músculos de forma regular, por ejemplo, caminando, montando en bicicleta, bailando... Al utilizar los músculos, el organismo «extrae» más glucosa de la sangre y la insulina se vuelve más eficaz. Eliminar los hidratos de carbono refinados de la dieta (en bollería, snacks, patatas fritas, pan blanco, refrescos azucarados...) y perder peso hacen que el «trabajo» de la insulina sea mucho más fácil.

Begoña Bueno lo ha comprobado personalmente. «Empecé a comer según las pautas que me dio el médico, me apunté en un gimnasio y he perdido 11 kilos (de 83 a 72 kilos, aún excesivos para su altura de 1,60 m). Sobre todo, he pasado de tener 500 mg/dl de glucosa en ayunas a 110 mg/dl. Mis problemas de visión han desaparecido y me han dicho que si pierdo unos kilos más, ya no necesitaré tomar los fármacos que me han recetado para mejorar la sensibilidad a la insulina. Sé que lo voy a conseguir, por mí y por mis dos nietos. Quiero verlos crecer y disfrutar de ellos en plenitud de facultades».

Marisol Guisasola

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