¿Qué es la impotencia?

Bajo el término de disfunción eréctilo impotencia, se denomina a la incapacidad para conseguir o mantener una erección del pene suficiente para un coito vaginal satisfactorio.

La disfunción eréctil afecta mayoritariamente a personas mayores de 40 años y se clasifica en función de las causas en psicogénica, orgánica y mixta (la más frecuente).

Los factores psicogénicos se involucran en la mayoría de los casos (ya sea como causa o como agravante). Un factor psicogénico clave es la ansiedad (miedo previo a la relación a no conseguir una erección adecuada) aunque puede haber otros. Es importante que el paciente conozca que es una patología común, que tiene tratamiento y que abandone prejuicios educacionales sobre el tema.

Los factores orgánicos son de diversos tipos. En general, cualquier enfermedad grave puede producir disfunción eréctil. En particular, la mayoría de las enfermedades neurológicas se han relacionado con disfunción eréctil y la lesión nerviosa tras cirugías prostáticas no es excepcional. También hay problemas endocrinológicos relacionados como la disminución de testosterona o la alteración de hormonas no sexuales. Problemas vasculares (la erección ocurre porque se hinchan de sangre unas venas especializadas) son también frecuentes y no es extraño que pacientes con hipertensión, colesterol alto, diabetes o fumadores presenten disfunción eréctil por este motivo. Adicionalmente, se sabe que la disfunción eréctil es un síntoma precoz de problemas vasculares; lo que supone otro motivo para comunicar a nuestro médico problemas de este tipo.

Cuando ocurra este problema se debe consultar con un médico para descubrir la causa (suele haber factores orgánicos detrás) y para tratarlo. Existen varios tratamientos desde los psicológicos, los farmacológicos (el famoso Viagra® es sólo uno de ellos) o los quirúrgicos.