La nutrición de los mayores
No hay normas generales porque no es igual tener 65 años que veinte más o sufrir o no determinadas alteraciones físicas. Sin embargo, a partir de una determinada edad (los 75 años) cuatro de cada diez mayores sufren algún tipo de enfermedad crónica y en ocasiones de falta de apetito.
La falta de apetito puede deberse a una disminución de la percepción de los sabores y olores de los alimentos. En otras ocasiones es un síntoma de enfermedad.
Naturalmente, la existencia de trastornos nutricionales contribuye a deteriorar aún más la salud del anciano, incrementando la necesidad de cuidados médicos o ingresos hospitalarios.
Para contribuir a mantener una ingesta alimenticia adecuada es conveniente saber que:
? Las necesidades calóricas disminuyen con la edad como consecuencia de la reducción de la actividad física. Si la persona continúa comiendo lo mismo que años atrás, pueden darse problemas de obesidad.
? La reducción calórica no debe implicar una disminución en el consumo de alimentos. La dieta debe seguir siendo rica y variada.
? Las personas mayores utilizan de una manera menos eficaz las proteínas de la dieta que las personas jóvenes. Por ello, debe consumir más de ungramo de proteína por cada kilo de peso, salvo en algunos casos de enfermedades renales o hepáticas, en que se debe limitar los alimentos ricos en proteínas. Es decir, deben tomar diariamente una ración de pescado, queso o huevos, o en su defecto carne (preferiblemente pollo).
? Las legumbres y cereales no deben faltar de la dieta. Aportan carbohidratos y fibra y son importantes para el tránsito intestinal. Se deben consumir a diario y pueden constituir un plato único, acompañado por una ensalada.
? Hay que limitar el consumo de grasa para evitar una elevación de los índices de colesterol. Se puede tomar aceite (preferentemente de oliva) y huevos (dos o tres a la semana).
? Para cuidar de los huesos es fundamental ingerir tres tomas al día de leche, yogur o queso fresco, preferentemente desnatados.
? Para fijar el calcio a los huesos es imprescindible que tomen el sol. Si no es así, puede ser necesario un aporte extra de vitamina D.
? Las verduras y frutas son fuentes de vitaminas. Si no se toman en abundancia puede ser preciso un suplemento polivitamínico que asegure la presencia de vitamina A, ácido fólico, vitamina B2, vitamina B6, calcio y zinc.
? Hay que vigilar también la presencia de hierro y vitamina B12 y tomar algún suplemento mineral si es preciso.
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