Los milagros adelgazantes

Los milagros adelgazantes prometen que perderemos peso sin esfuerzo y que conseguiremos librarnos de unos kilos de más en nada de tiempo. Pero, ¿son eficaces?, ¿podemos tomarlas sin riesgos? La respuesta general es clara: no siempre son inocuas para la salud y seguramente solo perderás peso en la cartera.

Las pastillas o preparados adelgazantes pueden clasificarse en función del efecto que pretenden producir.
? Diuréticos y laxantes: pastillas o infusiones a base de diente de león, té verde, abedul, alcachofa, ciruela... plantas conocidas por sus propiedades diuréticas y digestivas. Son eficaces en caso de problemas digestivos y de retención de líquidos o problemas de estreñimiento, pero no eliminan los kilos de más, solo consiguen eliminar líquidos, por lo que la bajada de peso es engañosa. Entre los efectos adversos, existe la posibilidad de que causen fatiga o vértigos.

? Contra la absorción de grasas: pretenden disminuir la absorción de grasas en el organismo, concretamente en el intestino.

? "Quitahambres": para moderar el apetito a base de fibras que se hinchan en el estómago y dan sensación de saciedad. No son peligrosos, pero no deben utilizarse si se tiene el intestino delicado.

? Aumento del gasto energético: aquellas pastillas que prometen acelerar la actividad metabólica para quemar calorías sin movernos del sofá no son de fiar. Si quemáramos muchas calorías de esta forma, nuestro cuerpo sería un horno auténtico.

? Anticelulíticos: prometen unas piernas de ensueño y acabar con las cartucheras, pero nunca dan los resultados esperados. Solo la dieta y la práctica de ejercicio físico pueden acabar con la grasa acumulada en los muslos o en los glúteos.

? Reductoras de grasa: aunque prometan que queman el exceso de grasa, no lo consiguen.